La Nación
Las preocupaciones en la industria aérea.
EDITORIAL

Las preocupaciones en la industria aérea

Una crisis vivió el país por cuenta de la disponibilidad de combustibles de aviación que obligó a que se suspendieran varios vuelos y se generaran tropiezos en la actividad diaria de varios aeropuertos colombianos.

Fue la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, IATA, en representación de 330 aerolíneas que abarcan el 80% del tráfico aéreo global, la primera en elevar ante el Ministerio de Transporte su voz de alerta sobre la escasez de combustible. La crisis se originó en una falla eléctrica que provocó hace poco un apagón en la refinería de la ciudad de Cartagena, alterando el suministro de combustibles para aviación. De inmediato, se prendieron las alarmas en todo el sector aéreo colombiano.

La Aeronáutica Civil autorizó inmediatamente la cancelación y reprogramación de vuelos; al tiempo que Ecopetrol anunciaba un “plan de trabajo” para gestionar el abastecimiento de gasolina, diésel y jet de aviación. También anunció la llegada al país de 100.000 barriles de combustible de aviación importados para cumplir con el 95% de suministro mínimo legal y garantizar la seguridad de los vuelos.

Vale la pena resaltar que la semana pasada hubo nerviosismo en cientos de pasajeros en todo el país.

Aunque el Gobierno Nacional, a través de varias de sus entidades, reportó que las fallas en la refinería de Cartagena fueron corregidas y que el suministro de combustibles está garantizado, quedan en el ambiente varias preocupaciones para los colombianos, entre otras, la capacidad de aprovisionamiento del país ante un escenario de creciente demanda (6% anual) y estrechez de oferta, y la más importante: qué tanto se encarecerán los tiquetes aéreos y los efectos negativos que ellos podría tener en el sector de turismo y hotelería, ya de por sí golpeado por el deterioro de la seguridad que experimentan varias regiones del territorio nacional.