Toda la familia del adicto se envuelve en un esquema disfuncional de relaciones en el que cada uno se acomoda y propicia la relación del adicto y el coadicto, que aunque la juzgan y la reprueban por considerarla dañina, no hacen nada efectivo para ponerle fin. Toda la familia del adicto se envuelve en un esquema disfuncional de relaciones en el que cada uno se acomoda y propicia la relación del adicto y el coadicto, que aunque la juzgan y la reprueban por considerarla dañina, no hacen nada efectivo para ponerle fin. Edgar Javier González Vargas Especial LA NACION La coadicción se presenta cuando una persona adicta mantiene una relación muy estrecha casi indiferenciada, con alguien que no abusa de las drogas y tiende a reforzar sus comportamientos repetitivos en su afán permanente por obtener sustancias psicoactivas para satisfacer su ansiedad. Lo que se traduce entonces en un fenómeno emocional, psicológico y comportamental, que se desarrolla como resultado de una exposición permanente a comportamientos repetitivos de la persona adicta. De esta manera, la codependencia implica la adaptación no sana al comportamiento de un dependiente. Algunos autores consideran la coadicción como una enfermedad severa, asociada a trastornos de conducta que refuerzan la dependencia del paciente, lo que se vuelve crónico, progresivo y que requiere tratamiento, debido a que se convierte en una especie de obsesión por controlar el comportamiento del adicto, con la falsa esperanza de poder curarlo o cambiarlo, bien sea con amor que se traduce en tolerancia ciega, alimentada esta, por la idea de que los buenos tratos y la compañía lo podrán ayudar. Quienes niegan la coadicción dentro de una relación enfermiza, asignan toda la responsabilidad del problema a quien abusa de las drogas, por no ser capaz de controlar y suspender el consumo de sustancias que le hacen daño. Estas familias generalmente mantienen silencios, evitando las discusiones sobre los problemas y la expresión directa de sentimientos. En ellas, se le concede al adicto el papel de vulnerable y débil. Toda la familia del adicto se envuelve en un esquema disfuncional de relaciones en el que cada uno se acomoda y propicia la relación del adicto y el coadicto, que aunque la juzgan y la reprueban por considerarla dañina, no hacen nada efectivo para ponerle fin. El coadicto lo puedes identificar por las siguientes características: ü Es la persona que emocionalmente esta más cercana al adicto. ü Generalmente tienen pensamientos tristes. ü Presentan una especie de atracción por los conflictos. ü Son activos en su propia victimización. ü Luchan permanentemente por reivindicar al adicto. ü Sienten que no hacen lo suficiente por ayudar al otro. ü Sobre reaccionan o subreaccionan ante los eventos difíciles ligados al adicto, pero pocas veces actúan. ü Muchas de sus reacciones son respuestas a la tensión y a la incertidumbre frente a la vida. ü Presentan tendencia al aislamiento, la depresión y la enfermedad emocional, enfermedad física y fantasías de suicidio. ü Asumen actitudes autodestructivas en forma habitual. ü Lo que hacen, piensan y sienten es consecuente con su papel de codependientes. Perpetúan hábitos destructivos, que fomentan relaciones destructivas que no función. Reflexión Si sientes que en tu familia o pareja estas viviendo una situación como coadicto, lo primero que debes hacer es rodearte de amigos o personas mas positivas y que no estén en contacto con las sustancias psicoactivas, además, debes buscar ayuda terapéutica especializada, sin olvidar que pese a todos los retos que la vida nos impone, siempre tendremos las soluciones a nuestra mano, tan solo hay que buscarlas. *Psicólogo – Especialista en Adicciones. Sub director Fundación Salem – Neiva Huila. Teléfonos: 314 453 91235 – 872 3197 Destacadas ‘Quienes niegan la coadicción dentro de una relación enfermiza, asignan toda la responsabilidad del problema a quien abusa de las drogas, por no ser capaz de controlar y suspender el consumo de sustancias que le hacen daño’ Destacadas ‘La codependencia implica la adaptación no sana al comportamiento de un dependiente. Algunos autores consideran la coadicción como una enfermedad severa, asociada a trastornos de conducta que refuerzan la dependencia del paciente, lo que se vuelve crónico’