La Nación
Las tareas de la academia 1 17 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Las tareas de la academia

 

Luis Fernando Pacheco G.

 

En la asamblea ordinaria de los primeros días de marzo la Academia Huilense de Historia hizo los naturales cambios en su junta directiva y dichos relevos traen un aire de optimismo para quienes celebramos su trabajo.

Pedro Pablo Tinjacá, médico epidemiólogo, un defensor a ultranza de las memorias del conflicto y gran amigo tomó la presidencia. Junto a él, en la vicepresidencia y tesorería respectivamente, los docentes surcolombianos Martha Isabel Barrero y Alexander Quintero, con amplio prestigio y reconocimiento en el departamento.

A 110 años de su fundación, los retos de la Academia no son menores, pero adquieren especial importancia en este año de pandemia, por diversos temas. En primer lugar, porque la crisis del COVID-19, entre otros temas, nos mostró al mismo tiempo la importancia de los procesos de memoria y la fragilidad de los archivos, los retos pendientes en su digitalización y acceso universal. Quienes desarrollamos tareas de investigación nos vimos frente a la comprobación de la crisis de archivos históricos en nuestra región.

En segundo lugar, porque en este año crucial, la Comisión de la Verdad entregará a la sociedad colombiana los resultados de su trabajo reciente. La entrega del informe final sobre el conflicto colombiano, las explicaciones sobre cómo llegamos hasta aquí y las recomendaciones para la no repetición requieren un eco institucional donde las academias de historia son organismos protagónicos.

En el mismo sentido, se hace necesario un mayor protagonismo de la academia en la cátedra de paz. Es necesario un trabajo coordinado con las autoridades educativas, con los diversos actores de la cultura y con la sociedad civil organizada que permita que la cátedra no se agote en un mero cumplimiento curricular, sino que sea un verdadero espacio de reflexión y construcción colectiva.

Finalmente, temas como la conservación de escenarios como la antigua estación del ferrocarril y el Cementerio Central de Neiva requieren a una Academia que lidere, que salga de las tertulias privadas y vaya al debate público con la autoridad de once décadas de trabajo por la historia de nuestro departamento.

Aunque los desafíos son notables, históricamente la Academia ha contado con mujeres y hombres probos y capaces. El compromiso en esta nueva fase no será menor.

Antes de irnos. La mayoría de los problemas de la gobernación pueden ser de comunicación. Dussán es un gobernador que no comunica, que no aparece liderando, aunque quizá gestione. Aunque su salud no haya cooperado en muchos sentidos, parece no existir una ruta. En este marzo de fechas importantes sería bueno conocer cuál es el plan para disminuir la pandemia de los feminicidios. Sobre esto, poco y nada se sabe.

 

 

@luisferpacheco