El joven Michaell Mauricio Quimbaya Cardozo cumplió la amenaza de muerte contra Edy Santiago Pastrana Bejarano, de asesinarle a su papá o su hijo. Minutos después de la intimidación acabó con la vida del niño Ashlan Santiago Pastrana Chala, de tres años de edad. Michaell Mauricio disparó mientras que su hermano Jhon Erick Quimbaya Cardozo lo esperaba en la motocicleta. Los dos jóvenes fueron condenados. El trágico episodio ocurrió en Neiva.
Rafael Rodríguez C.
“Chaolín, si no lo mato a usted, le mato a su papá o le mato a su hijo”, fue la amenaza de muerte que el joven Michaell Mauricio Quimbaya Cardozo le hizo a Edy Santiago Pastrana Bejarano y terminó cumpliendo minutos después tristemente, en un sector residencial de Neiva.
La intimidación fue revelada por un testigo presencial del crimen del menor Ashlan Santiago Pastrana Chala, de tres años de edad, a las autoridades y que fue una de las pruebas claves para la condena de Michaell Mauricio y su hermano Jhon Erick Quimbaya Cardozo, quien conducía la motocicleta el día del ataque con arma de fuego.
“Se trató de un testimonio claro, coherente, explicativo y detallado, dotado de verosimilitud y precisión…”, dijo en la sentencia condenatoria de primera instancia Olga María Erazo Barrios, juez Sexta Penal del Circuito de Neiva con Función de Conocimiento.
Amenazas
El asesinato del niño ocurrió mientras se encontraba en la habitación de la casa de sus abuelos paternos, ubicada en el barrio Manzanares, en el sur de la capital huilense, pasadas las diez de la noche del 28 de agosto de 2022.
Edy Santiago, padre del infante, manifestó a las autoridades que ese día él se encontraba afuera de la casa de su suegra, ubicada en la calle 5 sur con carrera, en el barrio Bogotá, en el sur de la ciudad, en compañía de su cuñada Blanca Yiced Chala Tovar.
En ese momento Jhon Erick Quimbaya Cardozo, de 24 años de edad, pasaba por el barrio en una moto con un tío conocido, al llegar a la esquina tuvo una discusión con un joven y terminaron sacándose cuchillos, razón por la cual el tío huyó en la motocicleta, mientras Jhon Erick salió corriendo.
Pasados 15 minutos, Jhon Erick regresó al lugar disparando un revólver, en compañía de su hermano Michaell Mauricio Quimbaya Cardozo, de 25 años de edad, quien conducía una motocicleta, por lo que Edy Santiago se entró a la vivienda de su suegra para resguardarse.
Sin embargo, hasta la casa se acercó Jhon Erick, apuntando por la ventana de la puerta mientras le decía “chaolín, si no lo mato a usted, le mato a su papá o le mato a su hijo”, luego se subió nuevamente a la motocicleta conducida por su hermano y se fueron.
Los hermanos Quimbaya Cardozo luego de salir del sector se dirigieron hasta la vivienda de los papás de Edy Santiago, ubicada en la calle 19A Sur con carrera 29, en el barrio Manzanares, donde Jhon Erick descendió de la motocicleta e increpó a la mamá y hermana de Edy Santiago, indicándole que lo iban a matar a él, a su hijo o a su padre.
Los gritos alertaron a Nelson Pastrana, padre de Edy Santiago, quien se asomó por la ventana de la habitación en la que se encontraba viendo televisión con su nieto Ashlan Santiago, y al ver que Jhon Erick Quimbaya Cardozo portaba un arma de fuego, decidió resguardarse detrás de la ventana.
Sin embargo, Jhon Erick disparó el arma hacia la ventana de la habitación, impactando el proyectil al menor de edad en el abdominal y pese a que se le pedía dejarlos salir para llevar al menor a recibir atención médica, permaneció apuntándoles con el arma de fuego.
Finalmente, ante los gritos de la familia de la víctima, Jhon Erick y Michaell Mauricio huyeron en la motocicleta, trasladándose al menor a un centro asistencial, sin embargo, falleció antes de recibir atención por la gravedad de la herida.
No tenían motivos
Edy Santiago, quien sostuvo en el juicio oral que ahora vivía en México ante las amenazas recibidas por parte de familiares de Jhon Erick, manifestó que recibió una llamada de su hermana Ingrid Tatiana, quien le informó que Jhon Erick había subido a la casa de Nelson Pastrana Villamil, y le había disparado a su hijo.
El joven de inmediato se subió a su motocicleta, se dirigió a la vivienda, donde encontró una sábana llena de sangre, pues su hijo ya había sido trasladado a recibir atención médica.
Señaló desconocer completamente los motivos del actuar de los hermanos Quimbaya Cardozo, pues nunca había tenido inconveniente o discusión alguna con los acusados, así como con ningún integrante de su familia
“Si bien no se trata de un testigo presencial del homicidio, su declaración es útil porque revela que el procesado Jhon Erick exteriorizó su intención de atentar contra la vida del niño Ashlan Santiago precisamente minutos antes de la irracional agresión que terminó con su deceso”, manifestó la jueza Olga María.
Por su parte Nelson Pastrana Villamil, abuelo del menor, señaló que el día del ataque pudo identificar plenamente a Jhon Erick Quimbaya Cardozo como la persona que disparó y a Michaell Mauricio Quimbaya Cardozo, como el conductor de la motocicleta en que huyeron.
Agregó que a eso de las 10:20 de la noche, escuchó ruidos provenientes de afuera de la casa, por lo que miró a ver qué pasaba. “Entonces yo me asomé, cuando yo me asomé me percaté que estaba el señor Jhon Erick y el hermano en una moto, cuando yo lo vi, él me apuntó con un arma, y me amenazó y me dijo de malas palabras, cucho, y una grosería, si no le mato a su hijo, lo mato a usted…”
Indicó que el joven lo intimidó con el arma de fuego. “Cuando yo vi que él me apuntó con un arma yo me hice para atrás, porque la cama queda pegada en la ventana, cuando él hizo un disparo, yo no me percaté ni me acordé que el niño estaba al lado mío, cuando yo sentí el disparo yo me eché para atrás de la cama y me bajé de la cama rápido, cuando vi fue que mi esposa entró con rapidez a la habitación y me gritó amor, amor, jodieron al niño, ella lo alzó, y cuando lo alzó vimos la cama llena de sangre…”.
Nelson señaló que el menor se levantó de la cama cuando él estaba cerca a la ventana. “Él (el niño) vio que yo me paré de la cama a asomarme, él se paró conmigo al ladito, cuando yo me percaté del disparo el niño cayó boca abajo encima de la cama”.
Recordó que cuatro a cinco meses antes de los hechos, su hijo Edy Santiago y los hermanos Quimbaya Cardozo tuvieron un altercado en la cancha de fútbol del Barrio Manzanares, “en medio de un hurto que intentaron cometer los procesados a unos amigos de Edy Santiago, quien impidió que eso ocurriera”.
El juez señaló que el testimonio de Pastrana Villamil, lleva al conocimiento inequívoco de la participación directa de los hermanos en el homicidio. “Tuvo una percepción directa de los hechos y realizó un señalamiento claro contra los procesados como los responsable de los mismos, máxime si se trataba de dos personas que conoce desde mucho tiempo atrás”.
Precisó que fue un testigo directo las circunstancias de tiempo, modo y lugar bajo las cuales Jhon Erick Quimbya disparó el arma de fuego, cuyo proyectil impactó al menor Ashlan Santiago Pastrana, causándole la muerte antes de poder recibir atención médica. “Revela la participación de Michaell Mauricio, de quien sin dubitación alguna, señaló como la persona que conducía la motocicleta negra en que llegaron a cometer el ilícito y en la que posteriormente emprendieron la huida, aspectos que también permiten respaldar la versión incriminatoria en contra de los procesados”.
Se trató de un testimonio claro, coherente, explicativo y detallado, dotado de verosimilitud y precisión, “por lo que, no se advierte ánimo vindicativo o intención de agravar la situación de los encartados, sino el deseo de obtener justicia por la fatal agresión de que fue víctima su nieto. Por lo tanto, el juzgado le otorga total valor demostrativo a esta prueba”.
La versión de Nelson, fue corroborada por su esposa Liliana Bejarano Bonilla, quien el día del asesinato del menor, se encontraba afuera de su casa en compañía de su hija Ingrid Tatiana Leguizamo Bejarano.
La mujer sostuvo que observó cuando alguien saltó de una moto y pensó que la iban a robar, percatándose que era Jhon Erick, quien intimidó con arma de fuego a Ingrid Tatiana, mientras preguntaba por Santiago diciendo “le voy a matar a su hermano, se lo voy a matar”.
Liliana señaló que intervino diciéndole al joven que Edy no estaba. “Él se me viene encima apuntándome y Tatiana me dice mami, corra, corra, entonces yo le doy la espalda y me entro, yo tenía tienda y me escondo detrás de la vitrina, cada vez que yo me asomaba Jhon Erick me apuntaba con la pistola…”
Señaló que su esposo Nelson estaba en la primera pieza acostado con Aslan, se asomó por la ventana, Jhon Erick al ver que su esposo se asoma por la ventana se le va encima y le dice que lo va a matar, “el niño estaba viendo el celular, se levantó y fue cuando Jhon Erick hace el tiro y se lo pega en la espalda al niño, el niño cae boca abajo a la cama”.
La togada manifestó que la mujer fue una testigo presencial de los hechos ocurridos. “Nótese que la señora Liliana Bejarano Bonilla observó directamente el fatal ataque y dio detalle sobre aspectos no relatados por el testigo Nelson dado que él se encontraba adentro de la casa cuando los agresores llegaron al lugar, en cambio, la testigo Liliana presenció el arribo de los acusados, la intimidación de Jhon Erick hacia ella y su hija previo a disparar, así como la búsqueda que hacían de su hijo Edy Santiago y la amenaza de matarlo, pero también fue testigo del disparo efectuado a corta distancia por Jhon Erick en dirección a la ventana donde se hallaba Nelson Pastrana y su nieto”.
La mujer señaló en juicio a los hermanos. “Pese a las amenazas recibidas, la testigo valientemente señaló a los acusados y reiteró su incriminación de forma explicativa, detallada y razonable, sin que se observen aspectos fantasiosos o incoherentes en su relato, por lo que, su atestación debe dotarse de elevado mérito suasorio”.
La condena
El disparo realizado por el joven busca acabar con la vida del menor, como lo había advertido en la amenaza. “No podría entonces concluirse que el disparo contra la casa de Nelson Pastrana solo tenía un fin de intimidación o amenaza, sino que, se evidencia diáfanamente la inequívoca intención de acabar con su vida o la del niño Ashlan Santiago, pues así lo revela el análisis de los testimonios de los testigos presenciales del hecho y lo sugiere la forma como ocurrieron los sucesos”, señaló la togada.
Indicó la operadora judicial “de un lado”, es evidente que quien dispara contra una vivienda que sabe está habitada, no tiene intención diferente a atentar contra la vida de sus moradores, “peor aún si el disparo se dirige contra la ventana de una habitación…”.
Sostuvo, además, que la narración de Nelson Pastrana y demás testigos presenciales se concluye “indefectiblemente que Jhon Erick lo vio cuando se asomó por la ventana y seguidamente disparó, evidenciándose su actuar doloso, pues conocía y quería atentar contra su vida de Nelson y la del niño Ashlan”.
Sobre la participación de Machaell Mauricio Quimbaya Cardozo, indicó que era conocedor de que su hermano portaba un arma de fuego y estuvo presente en las amenazas contra Edy, su mamá y su hermana y lo acompañó a todos los lugares conduciendo la motocicleta.
“Así no se le atribuya el acto de disparar contra la víctima, es coautor de los delitos objeto de acusación, conocía que Jhon Erick portaba un arma de fuego, pues incluso desde cuando este amenazó a Edy Santiago en el barrio Bogotá, ya tenía en su poder el artefacto bélico, se trasladó junto a Jhon Erick en calidad de conductor de la motocicleta hasta el barrio Manzanares y permaneció a su lado mientras éste amenazaba a la familia de Edy Santiago con matarlo, estuvo con él también cuando disparó contra la humanidad de la víctima, lo esperó, y finalmente, se marchó con su hermano en el velocípedo ante los gritos de la familia del menor fallecido”.
Para la jueza Olga María sostuvo las pruebas y testimonios son claros para demostrar la responsabilidad de los dos hermanos en los hechos con los que acabaron con la vida del menor. “Con la práctica probatoria de cargo, en especial las declaraciones de Nelson Pastrana Villamil, Lina Pastrana Villamil, Liliana Bejarano Bonilla e Ingrid Tatiana Leguizamo Bejarano, no se tiene duda alguna en cuanto a la participación de Jhon Erick Quimbaya Cardozo y Michaell Mauricio Quimbaya Cardozo en la comisión de las conductas de homicidio y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; el primero como la persona disparó el arma de fuego que segó la vida del menor Ashlan Santiago Pastrana Chala y el segundo como la persona que conducía la motocicleta en que llegaron al lugar de los hechos y en la que emprendieron la huida”.
La operadora judicial condenó a Jhon Erick Quimbaya Cardozo a la pena principal de 431.75 meses de prisión, y a Michaell Mauricio Quimbaya Cardozo, 341 meses de prisión, como coautores de los delitos de homicidio y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado.