Los héroes de millones de niños, titanes de carne, hueso y corazón, Los héroes de millones de niños, titanes de carne, hueso y corazón, ahora sí tendrán una estructura seria, recursos para su operación y funcionamiento, y la seguridad profesional y laboral que merecen. Los bomberos, esos seres valientes, temerarios y portadores de un espíritu de servicio sin igual, ya tienen la mejor Ley en Latinoamérica para el ejercicio de su abnegada y nunca bien reconocida labor. Y enhorabuena la idea original de esta norma, cuyos resultados visibles los tendremos en unos seis meses después de su completa implementación, ha sido de un bombero de alma y corazón, convertido en líder político y ahora Representante a la Cámara en nombre de los opitas. El dirigente de Pitalito Carlos Augusto Rojas Ortiz ha visto así cumplido su deseo desde cuando era un niño y rogaba para que lo dejaran hacer parte del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de su tierra. Para entender a plenitud los alcances y el impacto de la Ley 1575 o Ley General de Bomberos de Colombia, autoría del capitán de bomberos Rojas Ortiz, habría que dedicar mucho mayor espacio, pero lo que vale resaltar por ahora es que la norma señala con toda seriedad el lugar que le corresponde a un servicio público esencial que, curiosamente, no había sido considerado así hasta ahora por nuestra legislación. Y establece con claridad que la gestión integral del riesgo contra incendio, los preparativos y atención de rescates son responsabilidad de todas las autoridades y de los colombianos, pero en especial de los municipios, departamentos y la Nación. Y para su cumplimiento todos los organismos públicos y privados deberán contemplar la contingencia de este riesgo en sus bienes muebles e inmuebles, creándose una verdadera política pública de gestión integral de los riesgos, y tienen ahora el carácter de servicio público esencial a cargo del Estado. La trayectoria del capitán y congresista Rojas Ortiz, a quien sus amigos prefieren llamarlo “Llamarada”, en clara alusión y homenaje a su abnegada dedicación a esa institución por más de 25 años, es mérito suficiente para haber tenido ahora el liderazgo de esta norma de tan notable alcance para la seguridad física y económica de los colombianos. Paradójicamente, algunos sectores que deberían tener el mayor interés para que una ley de esta naturaleza se hiciera realidad, se convirtieron en sus mayores opositores; los aseguradores, agrupados en Fasecolda, quisieron poner trabas al trámite como si el hecho de una política integral contra el riesgo no fuese benéfico para sus intereses. Afortunadamente el Gobierno Nacional, en cabeza del entonces ministro del Interior Germán Vargas Lleras respaldó la iniciativa y le dio el impulso necesario, clave en todas las leyes, para sacarla adelante. Viene ahora la reglamentación, poner en marcha la novedosa Dirección Nacional de Bomberos, como Unidad Administrativa con autonomía, presupuesto y funciones para cobijar a todos esos héroes anónimos que día a día se juegan el pellejo y la vida ante el fuego y otros avatares. DESTACADO “Los bomberos, esos seres valientes, temerarios y portadores de un espíritu de servicio sin igual, ya tienen la mejor Ley en Latinoamérica para el ejercicio de su abnegada y nunca bien reconocida labor”. Editorialito La Policía está reaccionando con operativos de control, orientados a frenar la accidentalidad, especialmente en motociclistas. Pero no bastan las buenas intenciones. El tema es integral. Requiere también buenas vías, señalización, iluminación. Y controles a toda hora. No solo en horarios de oficina, como lo hacen los guardas.