Nidia Yolanda Rivera, lleva 30 años apoyando el sector cultural en Neiva, derribando barreras y cambiando la óptica de las comunidades más vulnerables. Su lucha, su trabajo, su pasión y su amor por el arte, inspiran a quienes la conocen y es un modelo a seguir para muchas niñas y jóvenes.
Transformar la sociedad, no es una tarea fácil, y menos cuando se es una mujer en medio de un ambiente que por esta época, aún se torna machista, sin embargo, son muchas las mujeres que han sobresalido y han roto estereotipos sociales y culturales con sus aportes a la humanidad. Y es que cada ´granito de arena´, significa pasos agigantados en la construcción de una mejor comunidad.
Desde el arte, Nidia Yolanda Rivera Rodríguez, oriunda del municipio de Garzón en el Huila, criada en Neiva, lucha día a día contra lo que ella misma denomina la principal rivalidad de la sociedad: las drogas, la violencia y la guerra. Ha dedicado 30 años de su vida a trabajar por el sector cultural de la capital huilense, expandiendo este conocimiento, y hoy en día observa los frutos.
Su vocación por el arte y la cultura, y el amor por el servicio, es lo que la llevan a capacitar personas, para a su vez, transmitir y multiplicar el aprendizaje; pues desde hace 20 años enseña todo su conocimiento a través de la Asociación Athenea, dedicada a la formación en el arte de niños, niñas, jóvenes y adultos, en comunidades vulnerables. Desde 2001 funciona la Asociación que tiene el nombre de la diosa griega de las artes y la sabiduría, la sede se ubica en el barrio Galán de la comuna 6 de Neiva, y su sueño es tener una casa grande, donde haya espacio para todos, y vivir el arte en su máxima expresión.
“Hemos creado muchas semillitas y hoy se ven los grandes frutos; los niños ahora son grandes maestros, licenciados, directores y representantes de todas las expresiones artísticas”, expresa Yolanda con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro. Con los mismos niños y jóvenes que se formaron y estudiaron en la Asociación, están generando empleo, puesto que son ellos, los que ahora son docentes y traspasan esos conocimientos adquiridos a nuevas generaciones, sembrando igualmente, la semilla para una mejor sociedad, lejos de los vicios y peligros de la calle.
Estudió Licenciatura en Artes Escénicas en la Universidad Surcolombiana, realizó una Especialización en Arte y Folclor, es consejera departamental de planeación, representa a las Ongs culturales del Huila, ejecuta un seguimiento al plan de desarrollo para verificar su cumplimiento en beneficio del sector cultural. Y así, obtener una mejor sostenibilidad económica y que las personas continúen por el camino del arte.
Es cabeza de hogar, ha sido padre y madre a la vez de dos hermosas niñas, la mayor tiene 22 años y la pequeña tiene 10, ambas apasionadas por el arte que, como asegura Yolanda, “juega un papel fundamental para la vida y es un mundo mágico donde se respira paz y armonía, totalmente diferente a la guerra y al dolor, además de ser el mejor camino para la transformación social” y añade que “Dedicarse al arte es hermoso”.
“Es increíble mirar que cuando una mujer es luchadora, trabaja mucho por sacar sus proyectos adelante, la situación de los hombres – no todos – sea la de atacar y difamar a las mujeres, pero pienso que hace parte de la vida. No es fácil ser una mujer dirigente”.
Como mujer ha sentido dolor, y no solamente a nivel de salud, sino también mental, sin embargo, es una guerrera llena de fe, entregada a Dios, quien le da la fuerza para salir adelante, y su refugio es el arte, y los niños y adolescentes que hacen parte de Athenea, que la llenan de luz, amor y paz.
Admite que durante la pandemia lloró y entró en depresión, pero poco a poco, con la motivación de sus seres queridos, y su confianza depositada totalmente en Dios, empezó a trabajar virtualmente, desde la casa, y afirma que este año le dejó una gran enseñanza “en medio de tanto dolor, ha servido para sacudir al mundo, para unir más las familias, y hacer un alto en el camino para reflexionar que estamos haciendo realmente con nuestra vida, hay que sonreír a pesar de todos los obstáculos, hay que servir, ser solidario, compartir, ser honestos, y actuar bien”.