El Gobierno Nacional, delegados de Brasil y del Comité Internacional de la Cruz Roja definieron ayer el protocolo de logística y seguridad para las anunciadas liberaciones de los diez integrantes de las Fuerza Pública, en poder de las Farc. El Gobierno Nacional, delegados de Brasil y del Comité Internacional de la Cruz Roja definieron ayer el protocolo de logística y seguridad para las anunciadas liberaciones de los diez integrantes de las Fuerza Pública, en poder de las Farc. Según el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, el dispositivo está prácticamente listo y ahora sólo faltan las coordenadas y la fecha para la entrega unilateral, que al parecer, será en varios sitios del país. Superada esta etapa, podemos asegurar que están dadas todas las condiciones para la liberación de los miembros de la fuerza pública que han permanecido durante 12 años secuestrados. En este sentido, hay que admitirlo, el Gobierno Nacional ha demostrado la plena disposición para ofrecer todas las garantías y ha conservado, como debe ser, total discreción para evitar contratiempos que puedan poner en riesgo la liberación de los servidores públicos. Independientemente de los reparos y la incredulidad que se registró tras el anuncio de las Farc de liberarlos a todos, sin condiciones y de renunciar a esta horrorosa práctica, hay que celebrarlo. Pero además de apoyarlo y facilitar que este sueño de las familias que han sufrido en carne propia esta dura pesadilla se cumpla cuanto antes. Y sin dilaciones. Es el mejor reconocimiento a estas diez familias que nunca bajaron la guardia, que mantuvieron la esperanza y esperaron con resignación que se hiciera el milagro. Esa fe, interferida durante este largo cautiverio por la intransigencia de las partes, les permitió seguir insistiendo en una solución negociada. Esas familias, nunca se rindieron. Compartir la misma pesadilla las mantuvo unidas, levantando sus voces y reclamando soluciones. Y más aún, cuando no eran ‘pesos pesados’ sino servidores públicos que representaban ‘blancos estratégicos’. Esa misma pesadilla les generó totalidad solidaridad, en medio de la indiferencia. La entrega unilateral es un giro reflexivo alcanzado por la perseverancia de la sociedad civil. Un giro de las Farc y del propio Gobierno. Las primeras, seriamente debilitadas, sin el tono intransigente de otras épocas entendieron el mensaje de la sociedad civil y anunciaron la entrega de los secuestrados. El Gobierno también cedió en las férreas posiciones de otras épocas y sin vacilación ofrece todas las garantías y facilita el proceso. La facilitación internacional, en este caso Brasil, como tercero neutral, oxigena esta posibilidad. Y le da credibilidad a las partes. Pero también por el rol protagónico que ejerció un sector de la sociedad civil, que persistió en la búsqueda de otras opciones, distintas al rescate militar. Los esfuerzos del colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz, liderado por la ex senadora Piedad Córdoba dieron sus frutos, como lo reclaman millares de compatriotas y organismos nacionales e internacionales para exigir la cesación del secuestro como arma de guerra. Pero además, la suspensión del terrorismo, el cese de los ataques como mecanismos para avanzar hacia una eventual negociaciones de paz. Aunque en este campo no hay avances y persisten las hostilidades, incluso contra la población civil, no deben descartarse. El presidente Santos no ha cerrado las puertas pero ha puesto sus condiciones, que el país respalda. Sin embargo, no será en corto plazo. Pero son avances que hay que celebrar, como un gesto positivo. “Independientemente de los reparos y la incredulidad que se registró tras el anuncio de las Farc de liberarlos a todos, sin condiciones y de renunciar a esta horrorosa práctica, hay que celebrarlo”. EDITORIALITO La reina Nacional de la Belleza Daniella Alvarez Vásquez, acompañada de séquito real llegaron anoche a Neiva para participar en un acto social organizado por la Corporación de la Belleza del Huila. ¡Bienvenidas!