La Nación
La puntualidad fue la mayor virtud de la Alcaldía de Neiva.
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Lo bueno, lo malo y lo feo de la versión 63 del Festival del Bambuco

Antier, con la elección de la nueva Reina Nacional del Bambuco, se clausuró de manera oficial esta versión del Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro. Ahora, German Casagua Bonilla, alcalde de Neiva y Rodrigo Villalba Mosquera, gobernador del Huila, deberán estudiar el balance de las mismas que si bien aprobó varios puntos, fue evidente que se rajó en otros. Las mejoras son necesarias y es fundamental no caer en los errores que durante años se han reflejado.

Johan Eduardo Rojas López

Periodistamultimedia4@lanacion.com.co

Con la elección de la representante de Bogotá, Tania Gisella Henao García, como Reina Nacional del Bambuco, se dio oficialmente por terminada la versión 63 del Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro. Teniendo en cuenta el cambio de Alcalde de Neiva y Gobernador del Huila, quienes asumieron sus cargos el primero de enero de 2024, las expectativas eran altas y, aunque hubo puntos positivos, también hubo otros que deben mejorarse en próximas ediciones.

Los mandatarios hicieron el primer ejercicio durante su mandato y, ahora es fundamental que escuchen las percepciones de la ciudadanía, esas que quizás ellos no alcanzaron a recoger por sus cargadas agendas.  Sumado a lo anterior, es tiempo de que se detengan a estudiar y hacer balances reales, en los que se pongan sobre la mesa, la autocrítica como ejercicio que permita mejorar cada vez más las festividades de la región.

Y esto debería hacerse casi que, de manera inmediata, no solo para tener la información ‘fresca’, sino, además para desde ya, como según expertos debería ser, empezar a promocionar desde todas las esferas estas festividades para el año 2025. Lo correcto para incentivar a los turistas, sería entregar el balance y las conclusiones, arrancar con el desarrollo de las estrategias de mejoramiento de fondo y, posteriormente, pensarse en la próxima versión, que no se debe dejar para lo último, de acuerdo con algunos folcloristas y gestores culturales.

Muchas actividades musicales, artísticas y culturales, tuvieron una irrisoria participación del público.
Muchas actividades musicales, artísticas y culturales, tuvieron una irrisoria participación del público.

Lo bueno:

  • La puntualidad fue la mayor virtud de la Alcaldía de Neiva y en algunos casos de CorpoSanpedro. Sus eventos iniciaron en los horarios y tiempos establecidos. Además, las veladas de elección y coronación no se extralimitaron en cuanto a duración.
  • La distribución de palcos fue controlada y se luchó contra la mafia de la ‘silletería’.
  • Nuevamente hubo espacio para todos, pues se incluyó a la población en situación de discapacidad y sexualmente diversa, que ondeaban sus banderas en la ruta principal de los desfiles.
  • Esta versión logró extenderse por el mundo a través de las oportunas transmisiones de la mayoría de los eventos mediante diferentes medios de comunicación y redes digitales. Pero ojo, esto fácilmente podría pasar a ítem de “para mejorar”, pues hubo errores durante la transmisión que no pueden volverse a cometer.
  • Distribuir las actividades en distintos puntos emblemáticos de la ciudad, fue algo positivo dado que permitía generar diversas dinámicas en toda la ciudad y no centrarla en un solo punto.
  • Tanto el alcalde de Neiva, German Casagua, como el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba, estuvieron al tanto de las actividades y su presencia en varias de ellas fue aplaudida por los asistentes, sin embargo, es fundamental que no dejen de lado actividades tradicionales y autóctonas, pues el Festival del Bambuco, no solamente se centra en los reinados y desfiles.
  • Los maestros artesanos y artistas sobresalieron con sus trabajos. En este espacio aportaron a la cultura y folclor. Aplausos de pie.

    A pesar de los esfuerzos realizados, quedó faltando, pues los comerciantes y espectadores, hicieron caso omiso a las restricciones.
    A pesar de los esfuerzos realizados, quedó faltando, pues los comerciantes y espectadores, hicieron caso omiso a las restricciones.

Lo malo:

  • En la mayoría de los certámenes el número de candidatas disminuyó ¿Cuáles serían las razones?
  • Aunque normalmente hay descontento en la elección de las reinas, en algunos certámenes, según los asistentes, fue evidente que la ganadora no era la aclamada por el público. Eso generó escozor a algunas empresas, municipios y departamentos, que desde ya advirtieron que no sacarán aspirantes para el 2025. ¡A ponerse las pilas porque ellas son el alma de la fiesta!
  • Muchas actividades musicales, artísticas y culturales, tuvieron una irrisoria participación del público, de hecho, algunos desfiles pasaron desapercibidos. Evidentemente algo pasó, quizás la hora, el día o ¿habrá otras razones?
  • A pesar de los esfuerzos realizados, quedó faltando; pues los comerciantes y espectadores, hicieron caso omiso a las restricciones de prohibir la comercialización, venta y uso de vuvuzelas, harina, espumas y similares. Se sabe que es algo difícil de controlar, pero hay que seguir mejorando ese aspecto, pues las reglas son para cumplirlas.
  • A las carrozas les faltó más trabajo. Esa es una realidad y más teniendo en cuenta que se trata de una de las festividades más importantes del país. Hasta las de Garzón fueron más aplaudidas.
  • El trabajo de las comparsas debe valorarse y destacarse más con algún tipo de reconocimiento que, además, anime a hacer cada año mejores presentaciones. Algunas tradicionales se han ausentado y a otras que sí salieron en los desfiles, les falta innovar y mejorar los atuendos que se ven desgastados.
  • Urge contar con personas idóneas a la hora de planear y desarrollar el Festival del Bambuco, pues no se puede ir tomando decisiones a la ligera que ponen en riesgo el futuro del mismo.
  • La falta de cultura ciudadana es evidente y eso se demuestra con las toneladas de basura que se producen durante estos quince días. Hay que trabajar en ello.

    Los maestros artesanos y artistas sobresalieron con sus trabajos.
    Los maestros artesanos y artistas sobresalieron con sus trabajos.

Lo feo:

  • Las autoridades de tránsito brillaron por su ausencia, especialmente durante el último fin de semana a las afueras de los conciertos multitudinarios, en donde los taxistas abusaron de las tarifas. Además, se rehusaron en su gran mayoría a utilizar el taxímetro y cobraron prima sampedrina irregular.
  • Fueron innecesarios los dos grandes escándalos, días previos al inicio del Festival del Bambuco. El primero por la escogencia de un afiche que no gustó para nada y que generó que el evento, por unos días, fuera burlado en redes sociales; y el segundo, por la cancelación del Desfile Acuático que finalmente y ante la presión, se incluyó, pero con unos cambios. La duda que queda es ¿Qué necesidad de tanto escándalo, si finalmente sí lo podían incluir?
  • Hubo improvisación en varios puntos y a estas alturas, a pesar de que es el primer año de mandato de German Casagua y Rodrigo Villalba, el Festival no es nuevo y esos errores cuentan. Para ser más exactos, el cambio de programación en más de una ocasión generó confusión entre los ciudadanos. Incluso, muchos no asistían porque estaban completamente perdidos.
  • El Festival del Bambuco, no solamente fue noticia nacional por su importancia, sino además y penosamente, por el notorio maltrato animal que se evidenció durante las seis cabalgatas realizadas por la institucionalidad. Las prohibiciones estipuladas, se las ‘pasaron por la galleta’, pues sí hubo presencia de menores de edad, sí hubo consumo de licor y sí hubo maltrato animal.
  • Es lamentable que muchos huilenses y turistas hayan decidido marcharse o, en su defecto, no salir por temas de inseguridad. A través de redes sociales, algunas personas han denunciado hurto bajo la modalidad de cosquilleo durante la asistencia a varias actividades programadas.