Con medida de aseguramiento en centro carcelario fue afectado el neivano Marlio Cachaya, quien es el principal sospechoso de la desaparición forzada de su esposa de 42 años, Milena Molano, de quien se desconoce su paradero desde el 16 de junio de este año.
Luego de la captura que realizaron los integrantes de la Policía Nacional en la noche del 21 de junio en San Vicente del Caguán, Caquetá, el teniente del Inpec, Marlio Cachaya, fue dejado a disposición de un juez de control de garantías, quien, ante las evidencias presentadas por la Fiscalía, decidió cobijarlo con medida privativa de su libertad en centro carcelario.
Dejó huellas en el hecho
El fiscal seccional adscrito a la Unidad de Vida que lidera la investigación informó durante las audiencias preliminares, que cuenta con elementos de prueba y evidencia física para establecer con probabilidad de verdad que el funcionario que trabaja en la cárcel El Cunduy de Florencia, fue el autor material e intelectual de la desaparición de la mujer.
Cachaya habría mentido
Milena Molano, al parecer, se encontraba en su lugar de residencia en la vereda La Carbona, zona rural de Florencia en compañía de su compañero sentimental e hijas, donde supuestamente discutieron, y posteriormente ella decidió irse con rumbo desconocido, según indicó su esposo a las autoridades.
Sigue sin aparecer
En lo que respecta a la víctima, se activó un mecanismo de búsqueda urgente, por lo que todos los organismos y autoridades correspondientes se encuentran haciendo lo propio para lograr su ubicación.
El funcionario del Inpec no aceptó los cargos enrostrados por el delegado fiscal de desaparición forzada agravada. Es de precisar que al ser señalado como presunto responsable en este caso, Cachaya presentó su renuncia voluntaria a la subdirección del Centro Penitenciario y Carcelario El Cunduy, donde tenía una carrera de 20 años de servicio.
Cabe recordar que Guillermo Molano, hermano de la mujer desaparecida, halló dentro de la propiedad en la que residían, rastros que conducen a un posible feminicidio. Vestigios como ropa quemada, charcos de sangre y cabello a la orilla de la quebrada, fueron las pistas que encontró Guillermo, cuando intentaba dar con el paradero de su hermana. “Hubo un lugar donde él quemó algo, no sabemos si incineró a mi hermana, había como grasa escurrida y de toda clase de elementos que habría utilizado queriendo quemar el cuerpo, las prendas que encontré estaban con pedazos carbonizados”, concluyó el hombre.
La familia de Milena espera que Cachaya confiese el crimen para encontrar el cuerpo y darle su cristiana sepultura.