La seguridad es hoy por hoy la mayor preocupación de los neivanos y de los huilenses. Los ‘bombazos’ contra establecimientos comerciales en Neiva, Algeciras y Gigante para presionar el pago de millonarias extorsiones, tienen nerviosos a los ciudadanos.
Las disidencias de las Farc al mando de ‘Iván Mordisco’ han aprovechado los diálogos de paz con el gobierno de Gustavo Petro para fortalecerse y extenderse en varios pueblos huilenses. En menos de 15 meses, han logrado cometer masacres, homicidios selectivos, secuestros, adelantar empadronamientos, promover confinamientos y desplazamientos forzados y también reclutar a menores de edad.
Adicionalmente, delincuentes comunes y bandas criminales organizadas han aprovechado el momento para hacer de las suyas.
Ante este panorama complejo, las autoridades en cabeza del gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, han puesto en marcha un plan para golpear a los generadores de este clima de violencia que afecta a la región y que empezó en serio con la muerte de alias ‘Chuky’ en el corregimiento de Vegalarga, zona rural de Neiva.
Las acciones policiales y militares han continuado con la neutralización de otros integrantes de las disidencias y determinadores de extorsiones y atentados terroristas en los municipios de Garzón, Colombia y La Argentina.
En entrevista publicada el domingo pasado en estas páginas, el gobernador Villalba ha señalado que “la Policía y el Ejército están presentando resultados, enfrentando a los que están extorsionando y tienen planes para seguirlos enfrentando”.
Eso es lo que estaban esperando los huilenses: acciones tangibles, la Policía y el Ejército dando golpes estratégicos, convidando a la ciudadanía a denunciar y poniendo la cara a la realidad.
Evidentemente, falta mucho más. Y muy seguramente, vendrán más granadas o petardos para atemorizar a los empresarios porque quien actúa por fuera de la ley siempre estará pensando en hacer daño y conseguir dinero. Lo importante es que las autoridades no bajen la guardia y cierren filas para seguir golpeando cualquier fenómeno delictivo.