Cerca de dos años se cumplieron en junio desde que las 54 casetas ubicadas en el Malecón de Neiva fueron entregadas a los artesanos. Sin embargo, algunos han vendido, otros subarrendado y muchos han condenado al olvido dicho lugar. Solo 12 locales están abiertos constantemente, otros 15 funcionan esporádicamente y el restante nunca prestan su servicio. Piden a la Alcaldía realizar nuevamente el sorteo para que esos espacios públicos sean utilizados de manera adecuada y no continúen los incumplimientos por parte de los beneficiarios.
Johan Eduardo Rojas López
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Nuevamente, los artesanos que fueron beneficiarios de los espacios públicos productivos ubicados en el Malecón del río Magdalena de Neiva, en el marco del proyecto “Dinamización de espacios públicos, para la realización de actividades productivas, deportivas y culturales de impacto socioeconómico positivo”, denunciaron que gran parte de las casetas no han sido abiertas y, de hecho, contrario a lo estipulado en el contrato de comodato, muchos han subarrendado y vendido.
Luz Mariana Cangrejo, presidenta de la Asociación de Artesanos y Comerciantes del Malecón, manifestó que, en repetidas ocasiones le han pedido a la administración municipal que tome cartas en el asunto frente al control de los locales, pero lamentablemente esto no ha sido así.
“Es que estos módulos se le entregaron a gente que no los necesita porque de esos 54 locales, solamente 12 abren diariamente, otros 15 de vez en cuando y el resto no abren. El hecho de que venga la gente y encuentre un poco de locales cerrados, nos perjudica y esa no era la intención de este espacio”, sostuvo la líder.
Según la artesana, ha faltado voluntad política, pues desde que se adjudicaron los beneficiarios, la situación viene siendo denunciada, pero de allí no ha pasado. Tanto así que, el año pasado durante el mandato de Gorky Muñoz Calderón y la dirección de Hugo Arciniegas, en Espacio Público, se realizó un censo y una serie de controles que siguen en el papel.
“Todo quedó en una gran mentira porque nunca se hizo nada. Toda esa información la tenía la administración anterior y me imagino que ahora la nueva también, pero de allí no pasó. La idea es que se haga una reasignación de estos locales”, agregó Luz Mariana.
Mencionó además que muchas de esas casetas están en manos de personas que no fueron beneficiarias en el 2022 y, eso no solamente está prohibido, sino que es perjudicial porque son ciudadanos que no están cumpliendo con las obligaciones colectivas que deberían desarrollar.
“Nosotros solos no podemos”
Toda esta situación genera que prácticamente las ventas sean nulas en ese sector de la ciudad que, según expresan, se sienten solos por parte de la institucionalidad. “Tanto la Alcaldía de Neiva, como la Gobernación del Huila que fueron los que pusieron el dinero para realizar esta construcción deberían estar pendientes y hacer una reactivación del Malecón. Nosotros solos no podemos, a pesar de las actividades que hemos intentado realizar. No hemos tenido apoyo y nos hemos sentido olvidados por la institucionalidad”, expuso la presidenta de la Asociación de Artesanos y Comerciantes quien, entre otras cosas, contó que han sido víctimas de hurto debido a que también les quitaron el servicio del único vigilante que tenían.
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La ‘rosca’
Por su parte, María Nancy Medina, artesana de la zona, explicó que desde el primer momento en el que se entregaron las casetas, se les dio a conocer el contrato de comodato por 20 años, que actualmente está siendo incumplido por varios beneficiarios.
“La Alcaldía de Neiva el año pasado se dio cuenta de todos los incumplimientos y eso quedó registrado, pero nunca aplicaron la cláusula para sacar a las personas que se están burlando de ellos. Lo que sé es que dejaron un listado para que la nueva administración municipal que llegara ejerciera el cumplimiento, pero esta es la fecha y no se ha visto nada para el Malecón”, afirmó María Nancy.
La artesana también arremetió en contra de la Asociación de Artesanos y Comerciantes del Malecón que, de acuerdo con su denuncia, no reúne el sentir de los 54 beneficiarios debido a que muchos se retiraron dado que no se lucha por un bien colectivo como se tenía contemplado en su génesis, sino que se han enfocado en intereses particulares.
“La asociación también es alcahueta porque meten a personas nuevas (arrendatarios o propietarios) como miembros, pero así no es. Eso solo ha servido para beneficiar a un grupo, el de la rosca, de hecho, algunos no vienen y ellos los defienden, es decir, intentan encubrir a sus amigos”, añadió.
¿Cómo fue el sorteo?
Precisó que no hay justificación alguna para que la mayoría no abran sus casetas, habida cuenta de que ellos en un inicio tuvieron que exponer para qué necesitaban dicho espacio público productivo y, si no les parecía aptas, entonces no debieron recibirlas. Y es que recordemos que, las adjudicaciones se hicieron por medio un sorteo que al principio se tornó dudoso por presuntas anomalías y, por tanto, hubo la necesidad de realizar un nuevo ejercicio de elección.
Para María Nancy, esta situación es en gran parte responsabilidad de los mandatarios, pues yendo más allá, dijo que el alcalde de Neiva, German Casagua Bonilla, en vez de revisar a detalle dichas denuncias, decidió permitir la venta de licor y comida durante San Pedro, en donde casi que todas las casetas se reactivaron, pero no para su fin inicial y, eso también va en contravía del contrato de comodato. “En vez de obligar a abrir porque venían turistas y aprovechar la oportunidad, entonces cerraron todo para comercializar licor, comida y sillas”, ahondó.
Concluyó que todas estas problemáticas tienen su origen desde que el exalcalde Gorky Muñoz Calderón, decidió darle a sus amigos o conocidos 20 casetas. Aunque supuestamente fue por convocatoria, se sabe de la “tramoya”. “De los 54 beneficiarios somos 34 que veníamos del antiguo Malecón y los 20 restantes los metió el exalcalde. Allí ingresaron algunos que no son del sector, sino de asociaciones que nunca vienen”, puntualizó.
Se le acabaron las excusas a la Alcaldía
Juan Diego Amaya Palencia, presidente del Concejo de Neiva, se refirió a la situación y dejó claro que su política es que el espacio público se debe entregar a la gente que quiera trabajar en él y no a aquellos que lo vayan a dejar abandonado, ni mucho menos que lo vayan a subarrendar o vender.
“Ellos todo el tiempo solicitan mayor inversión y creo que es un reclamo justo, pero también es justo que se organicen y exijan al Gobierno Municipal que vuelvan a intervenir a quienes se les otorgaron esas casetas y no las están usufructuando”, especificó el cabildante, quien agregó que la Alcaldía de Neiva está modificando los decretos heredados de la administración anterior porque eran nocivos debido a varias denuncias relacionadas con entregas de espacios productivos bajo contextos no tan claros.
“He solicitado que validen esos decretos de otorgación de espacios públicos productivos y están en ese proceso. Lo que ellos me decían es que necesitaban la aprobación del Plan de Desarrollo, después me dicen que empezaron las fiestas y estaban concentrados en ello, pero ya no tienen más excusas. Ya deben actualizar esos decretos para empezar a organizar el espacio público en Neiva”, indicó Amaya Palencia.
Finalmente, el concejal Héctor Javier Osorio, señaló que el municipio debe hacer un acervo probatorio demostrando el incumplimiento de los arrendatarios artesanos que no están cumpliendo para que la Oficina Jurídica proyecte los actos administrativos previstos de terminación y así mismo se debe reinventar la visibilidad del Malecón con una nueva marca de promoción.
Hasta el cierre de la edición, la administración municipal no realizó ningún tipo de pronunciamiento y, por tanto, se desconoce cuál será el actuar tras esta problemática que se viene presentando.
Contexto del proyecto
La construcción de los 54 locales se llevó a cabo dentro de un proyecto de rehabilitación del Malecón del río Magdalena. Este proyecto fue presentado el 27 de diciembre de 2019 a la ciudad por el entonces alcalde de Neiva Rodrigo Lara Sánchez y el gobernador del Huila, Carlos Julio González Villa, quienes anunciaron que las obras de recuperación del lugar habían quedado contratadas y empezarían a ejecutarse en enero de 2020, con una duración de 8 meses.
El gobierno departamental aportó $5.208 millones, mientras que el municipio $3.500 millones para un total de $8.708 millones; asimismo la interventoría tuvo un costo de $760.874.100.
Pese a que la obra fue contratada en 2019 pasaron casi seis meses hasta el inicio de los trabajos. “Nosotros arrancamos el 12 de junio de 2020 y en septiembre suspendimos por varias razones, sobre todo a raíz de una situación bastante compleja con respecto a los diseños del proyecto. Luego reiniciamos en febrero de 2021 y en diciembre se entregaron”, recordó Eduardo Velásquez, supervisor del proyecto.
Es así que el 21 de diciembre de 2021 tras 15 meses de retraso en el plazo de entrega por fin fueron inauguradas las obras de rehabilitación del Malecón del Río Magdalena en Neiva.
“Es la entrega formal de esta obra a la ciudad de Neiva, en cabeza de su señor alcalde, Gorky Muñoz Calderón, un proyecto contrato adjudicado el 30 de diciembre de 2019. Llegamos en enero de 2020 y empezamos a trabajar en el tema, hubo un tiempo sin iniciar la obra fundamentalmente por los temas de reubicación y traslado de la población mientras avanzaban las construcciones” afirmó por aquella época el gobernador del Huila, Luis Enrique Dussán López.
Obligaciones
Según el acta de entrega y recibido, conforme a la resolución 003 de 18 de enero de 2022, por medio de la cual se asignaron estos espacios públicos para aprovechamiento económico y social, los beneficiarios de la ocupación temporal de administración, mantenimiento y aprovechamiento debían cumplir ciertas normas, entre ellas: ejercer el cuidado, la protección y mantener en buenas condiciones físicas la zona; emplear los espacios públicos productivos autorizados exclusivamente para la finalidad y destinación permitida; realizar la apertura al público por lo menos seis horas diarias; consultar y pedir aprobación a la Alcaldía de Neiva sobre obras de adecuación, construcción o intervención; el beneficiario no podrá ceder el espacio público adjudicado y, en consecuencia, es el único responsable de las obligaciones y en ningún caso puede derivar algún tipo de arrendamiento.
El incumplimiento de las obligaciones será causal de cancelación y revocación de la adjudicación del uso temporal del espacio público.