Ad portas del Congreso Cafetero que se realizará en diciembre, es un motivo de orgullo para el Huila reconocer la destacada gestión de Germán Alberto Bahamón, como gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros, el conglomerado empresarial y gremial más importante de Colombia.
Evaluar su administración obliga a hablar de logros y resultados, y en este caso son notables, pese a las dificultades de soportar a un Gobierno que, lejos de fortalecer la institucionalidad cafetera, intentó, sin éxito, afortunadamente, tomársela. Y, ante aquel fracaso ha buscado debilitarla.
Entre los logros más significativos se destaca el exitoso plan de austeridad implementado por Germán Bahamón, que redujo los gastos administrativos y operativos de la Federación en un 20%, una cifra considerable e importante. También resalta el programa de renovación de cafetales, crucial para la sostenibilidad de la productividad futura, que alcanzará este año la cifra récord de 90 mil hectáreas. Por su parte, Almacafé, la empresa de la Federación encargada de apoyar la comercialización y transformación del grano, registró rendimientos históricos de 25 mil millones de pesos.
Gracias a factores como el esfuerzo incansable de los productores cafeteros y la acertada dirección de la Federación, Colombia cerrará el año con la exportación de 13 millones de sacos de café. Esto cobra mayor relevancia en un contexto donde el precio internacional del grano ha superado los 347,13 centavos de dólar por libra, un hito que no se veía desde hace 47 años. Para los caficultores, además, el precio interno del saco, que supera los 2.785.000 pesos, es motivo de alivio y compensación frente a estrecheces recientes.
Sin embargo, los huilenses no podemos quedarnos simplemente celebrando los logros de Germán Bahamón ni conformarnos con liderar la producción nacional, con el 19,8% del total. Es necesario mirar más allá. El sector cafetero del Huila tiene el compromiso y, por supuesto, cuenta con la capacidad de consolidar su posición alcanzando el primer lugar en renovación de cafetales para afianzar y garantizar un mejor futuro productivo; también de lograr ojalá el 50% de los 27 mil sacos de cafés especiales que se producen hoy en el país, y superar como región el 20% de la producción nacional.
Estos objetivos, junto con otros más como introducir la tecnología en la producción y transformación del café, son alcanzables invocando el compromiso de los gobernantes regionales y, por supuesto, fortaleciendo la visión empresarial y el esfuerzo colectivo de los huilenses, quienes siempre se han destacado como protagonistas en la historia cafetera de Colombia.