Acaba de cumplir 40 años como docente en el sector oficial, el profesor Pedro Páramo Quintero. Inició en el colegio La Asunción del municipio de Tello y ahora cuatro décadas después es rector de la Institución Educativa Ecopetrol en Campoalegre. Estudiante de ingeniería química de la Universidad Nacional y licenciado en matemáticas de la Universidad Surcolombiana, declara que lo que más ama en la vida es su profesión de maestro. Esta es su historia.
Hernán Galindo
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El profesor Pedro Páramo Quintero, lleva el mismo nombre y apellido de la novela del mexicano Juan Rulfo, escrita en 1955 y considerada uno de los clásicos de la Literatura Latinoamericana. Esta se enmarca en un tópico literario universal: el hijo que busca a su padre para reclamar su lugar. El profesor Páramo nació un año después, el 14 de enero de 1956 en la ciudad de Neiva y encontró su lugar a través de las matemáticas, como docente, aún desde antes de graduarse como licenciado.
Los recuerdos de su infancia están ligados a la Neiva de la década del 50, mitad del siglo pasado, en el seno de una familia numerosa, eran sus padres, Sixto Paramo Moreno, su madre Zoila Quintero de Paramo, como le gustaba que le dijeran y once hermanos. Vivían en el barrio Ventilador y aunque eran pobres, “nunca les faltó la comida”, dijo al hacer la reflexión sobre las vivencias de sus primeros años.
Además destacó de sus padres, que fueron guías permanentes; en el caso de su progenitor Sixto Páramo por inculcarles el amor al trabajo y su madre Zoila por enseñarles las primeras letras. “Nosotros cuando entramos a estudiar ya sabíamos leer y escribir”, afirmó.
En una familia tan numerosa unos sobresalen más que otros, es el caso de los hermanos de Pedro Páramo, todos buscaron su camino en la vida. Recuerda a Fabio Páramo, ingeniero de la universidad Nacional, fue el mejor bachiller del Santa Librada en su promoción. Tiene además un hermano que es médico, Alfonso, y con nostalgia menciona a Raúl que murió hacer tres años, era empresario y fue dueño de Frutifer. Mencionó a Irma Consuelo que se pensionó como juez de familia.
Volviendo a los primeros años, recuerda que siendo un estudiante de primaria en la escuela Ángel María Paredes y luego de bachillerato en el Colegio Nacional Santa Librada, se convirtió en profesor de matemáticas de varios de sus compañeros o vecinos; “fui el profesor de matemáticas de Ventilador, me esperaban para que les ayudara con las tareas, yo no les cobraba, siempre me gustó enseñar”, afirmó.
La universidad y la docencia
Pedro Páramo se graduó como bachiller en 1975 en el Colegio Nacional Santa Librada y un año después se matricula en la facultad de ingeniería química de la Universidad Nacional, fue el único de su promoción que pasó.
“Alcancé a estudiar ingeniería química cinco semestres, pero por esos años la Nacional era muy convulsionada, los paros eran frecuentes y decido volverme para Neiva, mi mamá era muy amiga del doctor Plazas y me consigue un puesto en la Contraloría Departamental cuando el doctor Palomo era el Contralor trabajé tres días porque el cuarto día ingresé a la Surcolombiana al programa de matemáticas y física”.
Se graduó como licenciado en matemáticas y física en 1984 y realiza dos especializaciones, una en Educación ambiental en la U. del Bosque y otra en didáctica de las matemáticas en la U. Los Libertadores.
Es precisamente en 1984, hace 40 años que inicia su camino como docente en el sector oficial, desde La Asunción en Tello, hasta la I.E. Ecopetrol en Campoalegre.
En el año 1985 fue trasladado a la ciudad de Neiva para ejercer sus funciones en el Colegio Nacional Santa Librada. En 1987 ingresó como docente en el Colegio nocturno José Eustasio Rivera donde permaneció 19 años. Simultáneamente prestó sus servicios como instructor del Icfed en el Colegio Utrahuilca y en el Instituto Covalsistem.
En el sector privado laboró en los colegios María Auxiliadora, Claretiano, Salesiano, Universidad Uniminuto, y actualmente se desempeña como catedrático de la ESAP, en donde ha ejercido como profesor de matemáticas desde el 2007.
Desde el año 2011, y luego de aprobar satisfactoriamente el concurso de méritos, es nombrado rector en las instituciones educativas El Pedernal, posteriormente en la Institución Educativa Pucarani de Tesalia, y en la actualidad en la Institución Educativa Ecopetrol de Campoalegre.
Su larga trayectoria es el reflejo de su entrega, liderazgo, honestidad y compromiso con la educación, y así lo demuestran las distintas condecoraciones y reconocimientos que ha recibido, destacándose por transmitir a sus alumnos no sólo conocimientos y fórmulas matemáticas sino experiencias de vida caracterizadas por su gran espíritu de nobleza y vocación de servicio.
“Gracias padre por todos los esfuerzos realizados en esta ardua trayectoria, siempre dirigidos a enaltecer la educación en el departamento del Huila, y sólo me queda desearle desde lo más profundo de mi corazón, más logros, éxitos y bendiciones en el ejercicio profesional”, escribió su hija Gina Catherine en una remembranza que hizo de la trayectoria de su padre.
Vivencias de Pedro Páramo
Son muchos los compañeros y muchas las personas que han sido alumnos del profesor Páramo. Recuerda entre otros al exgobernador del Caquetá Víctor Alcides Ramírez, fue su alumno en la ESAP; Edward Holguín que fue alcalde de Tello; Balbino Polo, diputado del Caquetá, quien murió el año pasado.
Para él han sido cuatro los estudiantes sobresalientes que ha tenido: William Rocha, que labora en la Registraduría, y un ingeniero, Wilson Pastrana, que cuando fue profesor del Claretiano le sacó diez en todos los periodos. Lo puso de monitor, sostuvo.
Los otros dos fue en la ESAP, un estudiante Brady Castro, y otro, Murcia, sobresalieron al punto que actualmente son docentes de posgrados en las universidades del Huila.
Al preguntarle sobre la evolución de la enseñanza de las matemáticas, sostuvo que es la misma y lo que han cambiado son los enfoques; hubo una época que lideró Nicolás Bourbaki quien le dio el nombre a un colectivo francés y fue conjuntista en la época de los 70 y 80 y como todo era conjuntos, esto aburrió a los muchachos.
Caso contrario, vivió él en el Santa Librada en donde tuvo buenos profesores, recuerda, en especial a ‘Cascarita’; “era de apellido Flores y aunque no era licenciado en matemáticas sabía enseñarlas, le aprendí mucho y por eso le rindo homenaje”, dijo Páramo.
Para el ‘profe’ Páramo su momento actual es de reflexión y al hacer ese alto en el camino, lo primero que comentó es que su retiro está cerca. Le preguntamos que si tras celebrar los 40 años de actividad como docente y rector, viene la meta de llegar a los 50, tiene claro que el próximo año será su retiro.
“Yo creo que ya el año entrante, renuncio al magisterio, pero sigo de pronto vinculado a la academia, que siempre me ha gustado y estoy escribiendo un libro que me están revisando. Es una historia sobre matemáticas, segmentos de la matemática sobre papel, el número Pi, los números primos y el cálculo”, sostuvo.
El Álgebra de Baldor es según el profesor Pedro Páramo, el segundo libro más vendido en Colombia, después de la Biblia: “No hay un hogar colombiano en donde no se tenga un Álgebra de Baldor”.
Como docente y rector hace un análisis sobre la educación y la reforma que propone la administración del presidente Gustavo Petro. “En la educación en Colombia, existe una deuda histórica de los gobiernos de más de 40 años, con el sector educativo, tiempo en el que se dejaron de construir aulas, colegios, laboratorios para lo que es física, matemáticas, química y ciencias naturales y aunque ahora hay métodos y tutorías para hacer simulaciones de los experimentos a través de internet, es muy difícil, porque la conectividad, al menos, en el Huila, es muy mala”, sostuvo.
Son tiempos de estar más cerca de la familia, de su señora, Consuelo Bernal, su compañera de viaje, cuidadora, “mi enfermera, mi consejera”; de sus hijos, Gina Catherine, abogada, secretaria de un juzgado en Neiva; Mónica Alexandra, ingeniera ambiental y actual directora del programa de ingeniería ambiental de la Uninavarra; y Pedro que trabaja en la ESAP, estudió salud ocupacional, junto a mis diez nietos; “son mi vida y pasión”, afirmó.
Sobre los nietos dijo que hay uno muy pilo, Jacobo Martínez Páramo, al que le gustan las matemáticas, sobresale en todas las materias y le gusta el deporte.
El futuro
Pedro Páramo se ve en poco tiempo en la academia de la que no se puede alejar y piensa que la reforma educativa del presidente Petro, tiene consenso para pasar en el Congreso. Esta contempla educación para todos, desde la etapa inicial, habrá más recursos para el sector y la universidad llegará al territorio. “Estuve en una mesa de trabajo en la que se hizo presente la ministra y en la que se hicieron unos aportes del Huila a esa reforma”, expresó.
En sus 40 años como docente y directivo docente, Pedro Páramo envió un mensaje a las actuales y nuevas generaciones y es que se preparen, que estudien; “mi padre y mi madre decían: usted tiene que ser alguien en la vida y para lograrlo lo mejor es el estudio. Cuando uno viene de cuna pobre, lo único que le puede transformar la vida es el estudio. Hay una frase de Mandela que dice que la única la única manera para salir de la trampa de la pobreza es la educación”.