Los cafeteros sí existen

La crisis denunciada por los caficultores de San Andrés, Tello, expone con claridad una problemática que atraviesa el sector productivo más emblemático del Huila y de Colombia. Los cafeteros, piedra angular de nuestra economía y cultura, se ven sumidos en una situación delicada, exacerbada por el implacable cambio climático, los elevados costos de producción y, más alarmante aún, la indiferencia del gobierno nacional.

En épocas anteriores, cada administración, aunque con diferentes apoyos y enfoques, tendía la mano al gremio cafetero en momentos de dificultad. No obstante, desde la llegada de Gustavo Petro al poder, los caficultores sienten que el respaldo del gobierno ha desaparecido. Su primer intento de intervención en el sector fue tratar de apoderarse de la Federación Nacional de Cafeteros, al querer imponer un gerente afín a su línea política. Sin embargo, el gremio se unió en defensa de su autonomía, eligiendo por unanimidad al huilense Germán Alberto Bahamón, quien representa el espíritu y la resiliencia de los cafeteros colombianos.

Petro no se detuvo allí. En un esfuerzo por minar la institucionalidad cafetera, organizó la autodenominada “asamblea nacional de cafeteros”, en claro desconocimiento de la Federación y sus comités. Sin embargo, el evento fracasó; la gran mayoría de los líderes cafeteros y sus organizaciones lo ignoraron, reafirmando su compromiso con una tradición centenaria que ha construido y defendido al gremio durante generaciones. Además, Petro ha manifestado abiertamente su deseo de tomar el control de los recursos del Fondo del Café, dejando ver sus intenciones de apropiación en perjuicio del sector.

Como respuesta, el gobierno ha optado por una posición revanchista, negándose sistemáticamente a brindar apoyo efectivo a los cafeteros. Las pocas acciones dirigidas al sector no pasan de ser insuficientes: una escasa partida para la renovación de cafetales, disponible mediante créditos ICR que aumentan la deuda de los productores, y un limitado subsidio a los fertilizantes que, por supuesto, se agotó rápidamente. Mientras tanto, la Federación, con recursos de la contribución cafetera y los mismos productores con su bolsillo, renovaron 77 mil hectáreas en 2023 y están superando esa cifra en 2024.

Es imperativo que los colombianos defendamos la caficultura y a quienes la sostienen, y recordemos al gobierno que los cafeteros sí existen, no solo para el discurso. Y que la queja de los campesinos de Tello, es el eco del clamor de los cafeteros del Huila y de 550 mil familias cafeteras del país. Un llamado que exige ser escuchado con la seriedad y el respeto que merece.

Celebrando la Navidad 

Socios del Club Campestre de Neiva celebraron en familia y con amigos la fiesta de Navidad. Los exquisitos pasabocas...

A 9 subió la cifra de quemados con pólvora en el Huila

El Instituto Nacional de Salud confirmó que la cifra de quemados con pólvora en el departamento con pólvora creció...

Por porte ilegal de armas, dos personas fueron capturadas en Pitalito

El Departamento de Policía Huila confirmó la captura de dos hombres por el delito de porte ilegal de armas....

Síguenos en:

Artículo Relacionado

¡Gracias Rama Judicial!

Dos decisiones de la Rama Judicial pusieron freno al Gobierno Nacional en sus embates contra el sistema de...

El complot contra el Tribunal

Traer a don Pablo Bustos (red de veedurías), servir de fuente de información errónea a los medios nacionales,...

Pacto Histórico: partido único de la izquierda

El pasado martes 17 de diciembre, a los 194 años de la muerte del libertador Simón Bolívar, y...

¡Buenas cifras!

Si hay algo que el Huila debería celebrar son las obras que generen turismo, uno de los principales...