El escándalo de corrupción en la UNGRD está lejos de terminarse. Ayer se conocieron unos chats que el exsubdirector de la entidad, Sneyder Pinilla, le presentó a la Fiscalía. Allí, sale seriamente comprometido el actual ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Al parecer, el funcionario coordinaba la entrega de 3 contratos, por valor $92 mil millones.
Al escándalo que se conoció luego de las declaraciones de Olmedo López ante la Corte Suprema de Justicia, en la que señala que desde el Gobierno Petro le ordenaron dar contratos al Eln para salvar la ‘paz total’, se suma un nuevo capítulo en el entramado de corrupción en la UNGRD.
En esta oportunidad, el protagonista es el actual ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien sale seriamente comprometido tras conocerse unos chats que Sneyder Pinilla, exsubdirector de la entidad, le presentó a la Fiscalía.
Detalles
En un nuevo informe, Noticias Caracol dio a conocer unas conversaciones que sostuvieron vía WhatsApp el exsubdirector de la UNGRD Sneyder Pinilla y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Al parecer, el actual funcionario coordinaba la entrega de tres contratos por 92.000 millones de pesos (unos 23 millones de dólares) que pretendían beneficiar a seis congresistas para que apoyaran la ampliación del cupo de endeudamiento del Gobierno.
Además del ministro de Hacienda, también salen ‘salpicados’ María Alejandra Benavides, asesora del ministro de Hacienda, y un hombre que ha sido considerado como el enlace entre el Ejecutivo y el Congreso: Jaime Ramírez Cobo, al que relacionan con Andrés Sarabia, hermano de Laura Sarabia, directora del Dapre.
Los chats
El informe se remonta al 11 de diciembre del año pasado. En esa fecha, el ministro Bonilla firmó la resolución 3202 de su dependencia, en la que asignó recursos por el orden de los 700.000 millones de pesos para la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo.
Una vez hecho el giro y de acuerdo con los chats publicados por Noticias Caracol, comenzó el afán por firmar tres contratos por 92.000 millones de pesos para obras en los municipios caribeños de Cotorra y Carmen de Bolívar, y en Saravena, localidad fronteriza con Venezuela.
Después de la conversación entre Pinilla y Bonilla, apareció en escena María Alejandra Benavides, asesora del ministro. La funcionaria le pidió al exfuncionario de la UNGRD avisar a los intermediarios que los contratos se iban a mover a través de esa entidad. Pero, para que se pudieran hacer efectivos contratos, las alcaldías de los municipios mencionados en estos chats tenían que declarar falsas calamidades, con el fin de poder acceder a estos recursos. Sin embargo, esto no pasó, ya que en el mes de febrero de este año estalló el escándalo de los carrotanques, que derivó en la renuncia de Pinilla y del entonces director de la UNGRD, Olmedo López.
“Esto es un entramado de corrupción que recoge desde ministros hasta contratistas, pero en el medio hay otros funcionarios (…) y toca a un actor que tiene una capacidad militar muy fuerte”, dijo Olmedo López en declaración ante la Corte Suprema de Justicia.
Guarda silencio
El ministro Ricardo Bonilla una vez conocido este informe que lo ‘salpica’ en este escándalo de corrupción, ha guardado silencio. El miércoles pasado, antes de que se conocieran estos chats expresó en sus redes sociales que su “inocencia” prevalecerá con pruebas.
“Afrontaré con respeto por la Justicia cualquier examen sobre mis actos oficiales. Mi inocencia, más allá de cualquier sombra de duda, prevalecerá con pruebas y argumentos que aportará mi equipo jurídico, sin distraerme de mis verdaderas obligaciones”, expresó Bonilla.