Al tercer trimestre del año se sintieron con más fuerza los efectos de la inflación al consumidor, de las elevadas tasas de interés y del fenómeno de La Niña en la zona centro del país, comprendida por Huila, Caquetá y Tolima. En la región opita desmejoró la inversión y compra de vivienda nueva, el petróleo continuó su caída libre, mientras que los buenos precios del café empujaron al alza las exportaciones.
CATERIN MANCHOLA
Primera entrega
La economía en la región centro comprendida por Huila, Caquetá y Tolima, mejoró en términos anuales durante el tercer trimestre del presente año, sin embargo, “algunos indicadores mostraron signos de desaceleración”, subrayó el Boletín Económico Regional del Banco de la República, y esto obedeció en mayor medida a la inflación al consumidor, las elevadas tasas de interés y el fenómeno de La Niña.
En el informe se analizaron 12 sectores siendo el agropecuario el primero de estos. En la actividad agropecuaria se tienen en cuenta los principales productos de la región, como lo es el café. El volumen de las exportaciones del grano proveniente de la zona centro registró un crecimiento anual del 13,9% y al ser Huila el mayor productor del país, este resultado estuvo jalonado por nuestro departamento, mientras que en Tolima cayó por el exceso de lluvias que afectaron la floración de los cultivos, además, debido a los altos costos de los insumos.
“El desempeño positivo de Huila estuvo influenciado por los buenos precios del café que compensaron los altos costos de los insumos para conservar la rentabilidad de la producción”, resaltó el documento del Banco de la República.
Y anotó que la recolección del grano dejó de concentrarse en periodos específicos, lo que evitó que se presentara estacionalidad de la producción y generó que la cosecha se dispersara a lo largo del 2022.
Así mismo, se examinó la actividad pecuaria, alertando que el sacrificio de ganado vacuno cayó 7,4% y fue en Caquetá –mayor productor de la región- donde cayó un 7,8% anual, pues “el Fenómeno de La Niña acentuó el descenso debido a las inundaciones de los pastizales ocasionadas por las lluvias”, indicó el informe.
Entre tanto, el sacrificio de ganado porcino continúo por la senda del crecimiento que ha tenido durante este año y registró un repunte anual de 6,4%. Esto, porque el consumo de cerdo se fortaleció ante un precio competitivo en comparación con sus sustitutos; como lo es la carne de res, una de las proteínas más impactadas por la inflación.
La minería fue el segundo sector evaluado, hallando que la producción promedio de petróleo continúa de capa caída y solamente durante el tercer trimestre del año se redujo en un 5,1% anual. Se evidenció que “los cinco principales campos, que concentran cerca del 50% de la producción diaria de barriles, continuaron su descenso, a excepción de Tello en Huila que presentó un leve incremento de 0,9%”.
Esto obedece al declive natural de los yacimientos, pero también juega un papel importante “la ausencia de inversiones tanto para realizar nuevas exploraciones en la zona como para implementar el método de extracción de recobro mejorado”, advirtió.
El tercer sector indagado correspondió a la industria manufacturera, donde solamente se tuvo en cuenta al departamento del Tolima, dado los bajos niveles de Huila y Caquetá. Allí se registró niveles de producción y ventas similares a los observados en el año anterior.
El cuarto sector atañó a servicios públicos, donde los indicadores presentaron resultados mixtos. Mejoró en un 11,7% anual la generación de energía eléctrica de la Central Hidroeléctrica de Prado en el Tolima, debido a mayores precipitaciones. Entre tanto, “por el lado de la Electrificadora del Caquetá el consumo de energía eléctrica no regulada mostró una variación anual positiva de 5,9%”.
Además, el consumo de agua potable en Ibagué y Florencia entre julio y septiembre de 2022 cayó 1,9%, a razón de las “fuertes lluvias que afectaron las bocatomas por la turbulencia del agua y generaron recurrentes cortes en el suministro de agua”.
Y en lo que respecta a gas, la demanda se redujo en un 0,5%, pero visto por municipios Neiva presentó la reducción más profunda y fue del 2,7%.
El sector construcción fue la quinta actividad analizada de la región centro, descubriendo importantes cifras en medio las persistentes alzas en los costos de la construcción. Los indicadores del sector revelaron que el área construida tuvo una variación positiva del 30,5% anual y del total el 81,8% fue para uso residencial. Por el contrario, el uso no residencial avanzó en menor medida, aunque se destacaron los avances de obras deportivas como el Patidrónomo en Neiva y el Coliseo Mayor en Ibagué.
Así mismo, en lo que respecta al área de construcción culminada, esta creció 18,3% anual, explicado principalmente por el destino no residencial y sobresaliendo la entrega de obras como el Parque Caiké en Tolima y el Centro Médico Sanitas en Neiva.
Otros indicadores del sector muestran que: el despacho se cemento gris aumentó 7,9%; la producción de concreto premezclado creció 27,9%; la venta de vivienda nueva cayó 31%; bajó la inversión en finca raíz debido al alza en las tasas de interés; el área aprobada para edificar repuntó 27,7%; y los costos de construcción continuaron con su tendencia al alza, siendo superiores en Neiva.
El comercio y turismo fue la sexta actividad evaluada. Lo primero que advierte el informe es que “las ventas de la región crecieron, pero con signos de desaceleración, en especial en septiembre” y que esa misma dinámica se evidenció “en la confianza del consumidor que tuvo un ligero deterioro al final del trimestre”, sobre todo en Ibagué y Florencia.
De acuerdo con el documento del Banco de la República, los resultados positivos del comercio estuvieron jalonados por los eventos culturales, deportivos e institucionales, como lo fue el Festival Folclórico Colombiano, por citar uno.
“Sin embargo, el ritmo de crecimiento del comercio estuvo afectado por el aumento generalizado de los precios que redujo la capacidad de compra de los hogares”.
Y es que, más del 45% de los hogares de la región consideró que su situación económica empeoró en comparación con la de un año atrás y más de la mitad dijo tener menos posibilidades de comprar muebles, televisores, lavadoras, entre otros aparatos electrodomésticos.
Además, la comercialización de vehículos y motos tuvo un leve descenso, lo cual estuvo asociado, entre otros factores, a la falta de inventario, el aumento de precios por la depreciación del peso y las mayores exigencias para la financiación, que desestimularon la intención de compra.
En lo que respecta a la ocupación hotelera, la tasa de ocupación en Huila fue del 57% y estuvo por debajo de la media regional (61%) la cual a su vez se ubicó por debajo de la media nacional (65%); pero todos los resultados mejoraron en términos anuales.
Y por último, en materia de tarifa de alojamiento se ascendió a un promedio de $206.656, con un incremento anual del 15,9%. La mayor alza se presentó en los hoteles del Huila con una variación del 22%, en tanto que el crecimiento fue de 10,3% en Tolima.
Espere mañana los resultados del Huila en los sectores transporte, sistema financiero, comercio exterior, mercado laboral, precios y remesas.