El presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, Acopi, Rodolfo Correa Vargas, habla con LA NACIÓN e insiste en un gran acuerdo para salvar la economía del país. “Necesitamos un nuevo sistema de tributación que impulse la pequeña empresa”, advierte. El dirigente gremial urge por evitar “trasladar el discurso de polarización política a la economía”.
Jesús Antonio Rojas Serrano
“Yo lo único que sé es que desde el sector privado tenemos todo el interés. Estamos extendiendo los puentes y la historia nos juzgará así”, asegura el presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, Acopi, cuando se refiere a si el Gobierno Nacional está interesado a la propuesta que desde este sector están haciendo insistentemente de un gran acuerdo para salvar la economía del país.
Rodolfo Correa, abogado, magister en Derecho Administrativo, profesor universitario y gerente de diversas compañías privadas, conversó con LA NACIÓN sobre el mal momento por el que atraviesa la economía colombiana y las alternativas que plantean los pequeños empresarios.
¿Qué están pensando hoy los micro y pequeños empresarios sobre el difícil momento por el que está atravesando la economía colombiana?
Jesús Antonio, la verdad es que la situación económica que vive el país es la consecuencia directa de los efectos de la pandemia. Creo que todavía no hemos dimensionado el daño profundo que tanto la pandemia como el estallido social tuvieron frente a la economía. Tampoco hemos tenido en cuenta aspectos como la influencia de la guerra entre Ucrania y Rusia en el sistema productivo nacional y en el tema logístico internacional. Esa falta de dimensión de los efectos geoeconómicos de los últimos tres años es lo que no nos ha permitido construir un plan eficaz para superar las limitantes económicas que tiene actualmente nuestro país.
¿En qué aspectos, concretamente hablando, se han visto afectados los pequeños empresarios por culpa del deterioro de la economía?
Se la voy a poner en una frase: hoy los empresarios en Colombia tienen que elegir entre pagar impuestos o pagar nómina. Esa es la realidad de la mayoría de los micro y pequeños empresarios del país. Definitivamente, nosotros como sociedad replantear la protección que le estamos dando a la industria nacional, que hoy requiere urgentemente una política de reindustrialización, una política de estímulo fiscal y una política de formación en sostenibilidad ambiental para que podamos tener realmente una economía integradora. Jesús Antonio, necesitamos una economía que sea capaz de procurar desarrollo y bienestar a todos.
Varios sectores, incluyendo Acopi, están insistiendo en un ‘Gran acuerdo nacional para salvar la economía’, ¿les han parado bolas?
Esa es la invitación que le hemos hecho al Gobierno Nacional. Estamos esperando lo más pronto posible concretar una reunión. Estamos en esa línea para que desde el sector de las Mipymes liderar este acuerdo para salvar la economía del país y el cual es urgente. Y para eso se requiere, en primera medida, una acción que no es fácil en un país como Colombia y es que no podemos trasladar el discurso de polarización política a la economía porque se nos revienta la economía del país.
¿Qué debería contener un acuerdo para salvar la economía cuyos indicadores más representativos están en rojos?
Jesús Antonio, lo primero es que tenemos que ponernos de acuerdo en un nuevo sistema de tributación que impulse el sector de la micro, pequeña y mediana empresa del país porque representa el 99,7% del tejido empresarial colombiano, genera el 79% del empleo formal y aporta más de 40 puntos al Producto Interno Bruto, PIB. Es decir, cualquier acuerdo para salvar la economía tiene que tener como uno de sus protagonistas al sector micro, pequeño y mediano empresarial del país. Y esta reforma tributaria tiene que estar orientada a la generación de estímulos fiscales para el desarrollo de la actividad económica; esto implicará necesariamente una tarifa diferencial de impuestos porque en este país paga lo mismo una farmacia en una esquina que lo que paga el mayor grupo económico e industrial del país. Esto no puede ser. Hay un principio básico en la economía desde Aristóteles, el de la igualdad geométrica que da lugar al principio de justicia distributiva y es: cada quien según su capacidad y a cada cual según su capacidad. Ese nuevo sistema tributario es prioritario.
¿Qué más requiere la coyuntura económica del país?
Nosotros necesitamos definir ya en ese acuerdo nacional con el Gobierno la ruta de la transformación tecnológica y digital del sector económico e industrial del país. Y tenemos que consolidar ya el proceso de transformación y adaptación al cambio climático en la actividad productiva del país.
Sinceramente hablando, ¿usted cree que el Gobierno de Gustavo Petro está interesado en ese acuerdo nacional para salvar la economía?
Jesús Antonio, yo lo único que sé es que desde el sector privado tenemos todo el interés. Estamos extendiendo los puentes y la historia nos juzgará así. De parte nuestra está toda la voluntad para invitar al país a la despolarización y a la unidad nacional como único camino para sacar adelante a Colombia.
¿En qué momento el sector público dejó ver al sector privado como su aliado?
Realmente, nunca ha habido en Colombia una política de atención a las micro, pequeñas y medianas empresas eficaz, desde ningún gobierno. Mal haría yo en decir que esto es culpa de x o y gobierno. Esto es un asunto histórico porque nosotros en Colombia hemos perdido el interés por la producción nacional. La causa hoy de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medias Empresas, Acopi, es el impulso de la industria nacional; este impulso implica replantearnos el papel que tiene la generación de riqueza en Colombia y dentro de ese papel la importancia de la micro, pequeña y mediana empresa.
Pero, ¿no es peligroso abrirle la puerta a una reforma tributaria que termine ‘clavándole’ más impuestos a los colombianos?
Jesús Antonio, estamos diciéndole al Gobierno Nacional en que a este país no le cabe un impuesto más y que si se va a hacer una reforma tributaria, tiene que ser para estimular el micro, pequeño y mediano empresario, que en últimas corresponde a lo que el Gobierno ha llamado economía popular.
Aprovecho para preguntar por la reforma laboral que se discute en el Congreso de la República, ¿tienen desde Acopi algún reparo o preocupación?
En este país, los micro, pequeños y medianos empresarios tienen que disponer del 65% de sus ingresos para el pago de cargas estatales. Una reforma laboral que le imponga más cargas al empresario es empujarlo a la quiebra. Por eso, insisto, tenemos que sentarnos con el Gobierno Nacional para ponernos de acuerdo en una reforma laboral acorde a las necesidades del Siglo XXI que proteja al trabajador y que impulse a la empresa.
Algunos consideran que la reforma laboral tal como está concebida terminará en últimas contribuyendo a generar mayor desempleo en Colombia, ¿usted qué piensa?
Yo no quiero ponerle adjetivos ni calificativos a la reforma laboral hasta que el Gobierno Nacional no nos escuche y la definamos conjuntamente porque si yo le pongo adjetivos, entonces, estoy marcando una posición de prejuicio que va a imposibilitar un diálogo certero y eficaz.
¿Está claro que los pequeños y medianos empresarios deben ser tenidos en cuenta en la construcción de cualquier reforma laboral que se pretenda hacer en el país?
Claro. E insisto en esto: el 79% del empleo formal de este país lo genera el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas. Y aquí se aplica un principio básico de la democracia: nada por nosotros, sin nosotros.
En regiones como Neiva y el Huila la informalidad laboral es altísima, ¿qué hacer?
La única salida es una reforma fiscal que estimule la generación de emprendimientos y la consolidación de procesos empresariales.
Una inquietud: ha mencionado usted que históricamente los pequeños empresarios nunca han sido tenidos en cuenta por los gobiernos, ¿a qué lo atribuye?
Jesús Antonio, en este país estamos acostumbrados a no escucharnos. Creemos que dialogar implica enfrentarse. Y nosotros desde Acopi tenemos una posición dialógica, de diálogo racional, de diálogos constructivo. Nosotros no estamos interesados en el diálogo que destruye. Ni siquiera tenemos una posición de crítica, sino una posición de reflexión necesaria para que entre todos podamos sacar este país adelante. Esta voz es muy necesaria en este país porque la polarización está llegando a todos los niveles y está acabando, definitivamente, con las relaciones entre empresa y Estado.
A través del Diario LA NACIÓN, ¿Qué mensaje desde la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, Acopi, le envía al Gobierno de Gustavo Petro?
Sentémonos a conversar por el futuro del país.