Los recientes fleteos, como se le conocen a los atracos millonarios que se registran a la salida de entidades bancarias, ponen de presente que en materia de seguridad en la capital del Huila hace falta mucho más para combatir y reducir a su mínima expresión a la delincuencia.
Si bien es de destacar el Plan Fortaleza, implementado a raíz de una alarmante ola de inseguridad entre los meses de agosto y septiembre en la ciudad, urge que las medidas adoptadas –y las prometidas– no se diluyan ni se olviden con el pasar de los días.
La verdad es que la ocurrencia de los dos asaltos a mano armada la semana anterior en pleno centro de Neiva es una bofetada para la Policía Metropolitana de Neiva, responsable de la seguridad ciudadana y la tranquilidad de los neivanos. Se supone que el centro de la ciudad, en donde están los centros de poder institucional como la Alcaldía, la Gobernación, el Palacio de Justicia, entre otras entidades, debe ser el más vigilado. Aun así, los delincuentes irrumpieron como ‘Pedro por su casa’ y se alzaron, a bala y sangre, con gruesas sumas de dinero.
Por la forma en que se presentaron ambos fleteos, pero principalmente el de los dos cafeteros que fueron despojados de casi $350 millones en efectivo, es probable que se trate de delincuentes que hacen parte de bandas bien organizadas que están dispuestas a hacer lo que sea con tal de cumplir sus objetivos criminales.
Es urgente que la Policía disponga de un plan para enfrentar en todos los frentes los fleteos –ya va una decena de estos casos en 2024 en Neiva–. Evidentemente, se requiere mayor operatividad, más inteligencia y una gran dosis de prevención para conseguir que la ciudadanía evite movilizarse con gruesas sumas de efectivo o si lo hace, requiera el acompañamiento de la Policía.