‘Los Mapaches’ confesaron ‘narcomenudeo’ en Neiva

Cuatro miembros de la banda de microtráfico ‘Los Mapaches’, en Neiva, fueron condenados luego de una ‘negociación’. Los delincuentes aceptaron los delitos de tráfico de estupefacientes y concierto para delinquir. La ‘empresa criminal’ comercializaba y distribuía marihuana creepy, bazuco y cocaína en 22 barrios de la capital huilense. “Algunos integrantes ocultaban la droga en sus partes íntimas en especial las mujeres”, dijo el fiscal.

Rafael Rodríguez C.

rafael.rodriguez@lanacion.com.co

Un exintegrante de la banda de microtráfico ‘Los Mapaches’, dedicada a distribuir y comercializar estupefacientes en Neiva, fue clave para la desarticulación de la organización delincuencial. Los capturados terminaron condenados.

Se trata de Ernesto Parra Bustos, Marvi Julieth Salazar Valderrama, Marjoli Reina Cifuentes y Texa Esmeralda Medina Rivas, quienes fueron condenados por el Juez Primero Penal Especializado de Neiva con Funciones de Conocimiento.

La investigación liderada por la Fiscalía Segunda Especializada en coordinación con la Sijin de la Policía Metropolitana de Neiva, permitió establecer que la ‘empresa crimina’, se dedicada al tráfico de marihuana, marihuana creepy y cocaína, sustancias traídas desde los departamentos del Cauca y Caquetá.

“Los estupefacientes los dosificaban para su distribución o expendio en la modalidad de micro tráfico en la capital Huilense”, dijo el fiscal del caso en el preacuerdo al que llegó con los integrantes de ‘Los Mapaches’.

Delatados

La investigación contra la ‘empresa criminal’, inició con la información suministrada a las autoridades por una persona que perteneció a la banda delincuencial. Además, de la interceptación a las líneas de los teléfonos celulares de sus integrantes”.

El fiscal señaló que los trabajos investigativos dejaron al descubierto que la banda no solo se dedicaba a la comercialización y distribución de sustancias alucinógenas sino a otras labores delictivas. “No solo infringían la ley con la venta de estupefacientes, si no con el hurto a personas, hurto de vehículos, porte ilegal de armas de fuego y utilización de menores”.

Los efectivos de la Sijin encontraron en desarrollo de la investigación que la organización delictiva  distribuía, comercializaba y expendía  marihuana, creepy, bazuco y clorhidrado de cocaína, entre otras sustancias. “Los sujetos emplean sus inmuebles como depósito o acopio de los alucinógenos e inmuebles abandonados o arrendados para esconder los mismos…”, indicó el fiscal.

Comercializaban en 22 barrios

El seguimiento e información de la fuente, además de las interceptaciones telefónicas, dejaron también al descubierto que la banda de microtrafico vendía las sustancias a través de llamadas telefónicas.

“Las entregas eran hechas a través de mensajería directa, vendedores a domicilio, y distribuidores en parques y zonas residenciales de Neiva”, manifestó el fiscal del caso en la audiencia de legalización del preacuerdo.

‘Los Mapaches’ se encontraban traficando sustancias entre diciembre de 2021 hasta 2023, y las comercializaban y distribuían en los barrios Villa Ferry, Villa Magdalena, Las Palmas, San Martín, Calixto, Los Alpes, Acacias, Alfonso López, Versalles, Bogotá, Canaima, Puertas del Sol, Santa Isabel, Oasis, Galán, Vergel, Caracolí, Falla Bernal, Camilo Torres, El Triángulo y Siete de Agosto.

Los investigadores lograron establecer, además, el papel que cada uno de los integrantes de la banda cumplían en ella. “En el transcurso de la investigación se puedo determinar a través del control de líneas telefónicas y a las informaciones que suministro la fuente humana, que hizo parte de esta banda delincuencial, el rol que desempeñan cada una de estas personas dentro la organización. Se logra sus identificaciones”, explicó el funcionario de la Fiscalía.

Sostuvo que para el transporte de las dosis de sustancia que compraban sus clientes, la banda utilizaba motocicletas, y quienes los llevaban camuflaban en su cuerpo las sustancias. “Algunos de estos integrantes esconden la droga adhiriéndola en el cuerpo u ocultan en sus partes íntimas en especial las mujeres. Aprovechan este género haciéndoles difícil a los uniformados policiales que realicen control o registros corporales y así pasar por desapercibidas”.

Señaló que los hombres ocultaban los estupefacientes en los cascos de las motos o dentro los vehículos “ya que al momento de realizar el cacheo por los policiales no les van encontrar ningún elemento ilegal”.

Mientras que otros integrantes empleaban sus lugares de residencia para expender los alucinógenos. “Utilizan a terceras personas denominadas jibaros y campaneros, para que se encarguen de brindar la seguridad de los expendios y de realizar la venta directa a los consumidores”, señaló el fiscal.

Condenas

El fiscal señaló que Ernesto Parra Bustos, Marvi Julieth Salazar Valderrama, Marjoli Reina Cifuentes y Texa Esmeralda Medina Rivas, tenían como función en la organización delictiva almacenar, distribuir y comercializar las estupefacientes en menores y medianas cantidades. “Así mismo coordinan la venta de las sustancias”.

Los cuatro delincuentes al conocer las pruebas técnicas, testimoniales y documentales en su contra, decidieron llegar a una ‘negociación’ con la Fiscalía y obtener una rebaja considerable en la pena.

“Teniendo en cuenta, y en aplicación estricta del principio de legalidad, entre la Fiscalía y la defensa de los imputados, se ha llegado a un preacuerdo consistente en degradar el título de participación de quien indiscutiblemente es autor, en virtud del acuerdo se le impone la pena que le correspondería a cómplice con una rebaja del 40 % de la pena”, explicó el fiscal.

Marvi Julieth y Texa Esmeralda fueron halladas responsables de los delitos de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, y coautoras de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

El Juez Primero Penal Especializado con Funciones de Conocimiento las condenó a 65 meses (5 años y 6 meses) de prisión y multa de 1.080,8 ($1.405.040.000), salarios mínimos legales mensuales vigentes (smlmv).

Mientras que Parra Bustos y Reina Cifuentes, fueron encontrados responsables de los delitos de  fabricación, tráfico porte o tenencia de armas de fuego parte o municiones, y concierto para delinquir, para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

Los dos hombres fueron condenados a 74 meses (6 años y 2 meses) de prisión y una multa de 1.080,8 smlmv ($1.405.040.000).

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