Muchas son las especulaciones y bromas frente al Calendario Maya, 
Muchas son las especulaciones y bromas frente al Calendario Maya, que anuncia para hoy la llegada de una nueva era. Los Mayas nunca pronosticaron el fin del mundo como se especula, sino fenómenos astronómicos muy precisos y asombrosos, así como cambios en la manera en que los humanos se relacionan con ellos y el universo. GINNA TATIANA PIRAGAUTA G. LA NACIÓN, NEIVA Los Mayas nunca pronosticaron el fin del mundo para el 21 de diciembre de 2012 como se ha especulado. En su calendario de la Cuenta Larga, que inició el 13 de agosto del 3.114 a.c., se estableció que el día de hoy se cerraba un ciclo de 5.125 años y empezaba una nueva era para la humanidad. El 21 de diciembre de 2012 coincide además con el final del gran ciclo solar alrededor de las constelaciones zodiacales, fenómeno que ocurre cada 25.600 años, tiempo que tarda el sol en recorrer todos los conjuntos de estrellas, y concuerda con el solsticio de invierno para el hemisferio norte, que en el calendario estacional terrestre es de 365 días. Los Mayas pronosticaron que hoy el Sol se encontrará en el ‘Xibalbá be’, un punto de cruce particular de la Vía Láctea cercano al centro de la galaxia, llamado por los Mayas Grieta Oscura. Se presume que en ese momento van a estar alineados la Tierra, el Sol y el agujero negro galáctico. Según la cosmovisión de los Mayas, que incluye la contemplación de los fenómenos del universo, los ciclos del tiempo y la evolución de los seres humanos en la tierra, la humanidad va a entrar en un nuevo ciclo, un gran amanecer marcado por la energía de esa grieta: luz divina, espiritualidad y conciencia. Este cambio no será inmediato. Inició, según estudiosos de los Mayas, hace cerca de cinco años con el desarrollo de prácticas masivas que antes eran de grupos minoritarios como la meditación, el yoga, el vegetarianismo, la defensa de derechos humanos y ecológicos, así como las causas en pro de la justicia, la reivindicación de la mujer y de los niños. Los ancianos mayas insisten en que esta fecha no tiene un carácter apocalíptico. En el encuentro ancestral de esta civilización indígena, efectuado 22 de julio del 2011, los ancianos aconsejaron “prepararse con el cultivo de la alegría de vivir, el espíritu de unión en la familia, en cada grupo y en la sociedad, darle su lugar digno a la mujer y estudiar las tradiciones sagradas”. Asimismo, recomendaron acercarse a la naturaleza, cuidar la salud, comer de acuerdo con la estación del año, cultivar el amor en las expresiones más elevadas, especialmente en las relaciones con quienes nos rodean, compartir los logros y posesiones; practicar momentos de introspección; vestirse con colores claros y usar cortinas blancas en el hogar para aminorar los efectos de las radiaciones. Invitaron además a conformar una gran antena humana con la confluencia de pensamientos, emociones y expectativas para recibir conscientemente la energía de este día. Así, generar una gran fuerza espiritual que invoque y despierte el cuidado, amor y compasión por los habitantes del planeta. El cambio que avizoraban los Mayas pronostica además que una parte de la humanidad madura aprenderá a cuidar de todos y de todo a su alrededor, evitando los individualismos y construyendo una mentalidad colectiva de amor y de servicio. Recuadro: ¿El mundo se va a acabar? LA NACIÓN preguntó a neivanos de diferentes edades si creían o no en las predicciones acerca del fin del mundo. 
Alfonso Suárez, 35 años, piloto: “Yo no creo que eso vaya a pasar. Vamos a continuar tal y como estamos viviendo, normal”. Aura Peña Falla, 51 años, ama de casa: “El fin del mundo es para el que se va muriendo. Tal vez hayan cambios pero no creo que el mundo se acabe”. 
Pablo Emilio Bahamón Montero, 25 años, docente: “No creo en eso. El 21 de diciembre será un día normal. Llegarán tal vez muchas bendiciones para todos”. Juan Manuel Repiso, 16 años, estudiante: “Yo pienso que el mundo no se va a acabar. Va a ser un día corriente. La vida cotidiana del ser humano va a seguir. No pasará nada. Son predicciones que la gente le ha dado trascendencia”. Blanca García, 34 años, ama de casa: “No creo que el mundo se vaya a acabar. Todo seguirá normal. No creo en nada de las predicciones”. 
Víctor Rico, 55 años, empleado: “El mundo no se va a acabar y no va a pasar nada. Yo no creo en lo que la gente dice”. Recuadro: ‘No existe el fin del mundo’ Monseñor Froilán Casas, obispo de la Diócesis de Neiva, aseguró que realmente no existía el fin del mundo. “Existe el triunfo definitivo del bien; el mal se acabará, su triunfo fue efímero. Nosotros los cristianos creemos en la segunda venida de Cristo. El mundo no será aniquilado, será trasformado. Toda la creación es buena, pues Dios es su autor; por consiguiente no será destruida”, manifestó el prelado. “Científicamente, nuestra galaxia, la Vía Láctea, cuyo centro es el sol, se trasformará. El sol está compuesto y se alimenta por el gas helio, un día ese gas se acabará, entonces, la Vía Láctea desaparecerá. ¿Cuándo? Dentro de millones de millones de años. La astronomía es una ciencia, la astrología no”. Pie de fotos: 
Los Mayas pronosticaron que el 21 de diciembre de 2012 iniciaba una nueva era para la humanidad. Fotos AFP 
Decenas de personas preparan rituales para recibir el nuevo ciclo maya. 
En distantes lugares del mundo se realizan los preparativos de la nueva era. Infografía AFP
