Podemos estar seguros de que la Elección de Germán Casagua Bonilla a la Alcaldía de Neiva constituye el retorno a la decencia, que volvieron los propósitos gerenciales serios en una administración necesitada de recuperar la esperanza y la confianza entre los Neivanos. Los retos son inmensos, el camino está sembrado de dificultades, pero el destino de la ciudad y de sus habitantes merece mejor final.
Todavía no sabemos sobre los embates finales del alcalde Gorky Muñoz para hacer aún más difícil el cumplimiento de los compromisos futuros con la ciudad, es posible que en estos precisos momentos Gorky Muñoz siga comprometiendo recursos y puestos para perennizarse de alguna manera. Que como el administrador deshonesto de la parábola (Lucas, 13, 1-16) prefiera asegurar su futuro haciendo más gravoso el compromiso de la sostenibilidad fiscal del municipio de Neiva y el cumplimiento del plan de desarrollo de su sucesor. Frente a la situación calamitosa de Neiva y ante ese panorama de buenos propósitos gerenciales, Germán Casagua debe poner orden a la casa; ha anunciado un trabajo denodado para la recuperación del índice de inseguridad, por el descenso de los registros de hurto a residencias, hurtos callejeros, extorsión y microtráfico.
También por el proyecto de recuperación de obras inconclusas como el estadio, el Caimi y constatando la justificación del recibido a satisfacción del patinódromo y el Centro de alto rendimiento que deben revisarse con Lupa. Todavía se está a tiempo para revisar las condiciones finales en las que se entregó el alumbrado público y la gestión catastral por parte del municipio, revisar el cumplimiento de las obligaciones concesionadas y de ser necesario someter las diferencias desproporcionadas en perjuicio de la administración de Neiva a tribunales de arbitramento, a las instancias judiciales y de control.
El nuevo alcalde debe indagar con precisión sobre la calidad de las obras contratadas y recibidas a última hora; la evasión a verdaderas concesiones con el argumento de la adecuada explotación del espacio público; todo negocio que siga beneficiando a los privados y que dejan sólo pírricas ganancias para Neiva; debe revisarse el cumplimiento de la regla fiscal con el fin de que se diluya definitivamente cualquier duda sobre la descalificación y la des categorización que se pueden estar cerniendo sobre Neiva. Se hace Urgente presentar una nueva modernización estructural de la planta de personal de Neiva; así lo reclaman los trabajadores de carrera, los sindicatos y el sentido común de una buena administración; suprimir cargos e instancias administrativas innecesarias, fusionar algunos otros y hacer estudios de costo beneficio entre la prestación de los servicios y la burocracia creada para pagar favores políticos. Debe conocerse el balance final de la administración de las empresas públicas y convalidar la información sobre verdaderos avances en la construcción y funcionamiento de la PTAR, del control de fugas y mejora de la presión en el servicio de acueducto en los sectores más vulnerables; las Ceibas (EPN) deben nuevamente ser desburocratizadas.
Se debe revisar de nuevo el sector de mercadeo junto con la verdadera re – apertura de mercado de perecederos de nuestros campesinos; Se debe verificar si es verdad que el alcalde saliente volvió a pagarles a los socios privados de Merca Neiva por sus supuestas acreencias que ya se habían pagado desde el año 2008 en la alcaldía de Héctor Aníbal Ramírez. Otro tanto se debe verificar si la puesta en funcionamiento del parque automotor del SET corresponde a los compromisos trazados desde el nacimiento de ese proyecto estratégico, debe hacerse un balance integral del cumplimiento de ese importante proyecto de movilidad para la ciudad después de tres administraciones.