El año 2012 es un año de gran incertidumbre por los efectos relacionados con la crisis norteamericana y europea en el contexto mundial, en el que Latinoamérica y particularmente en Colombia tendrá asimilar. Así como en la dimensión ambiental los cambios climáticos generados principalmente por los países industrializados en los que los Estados Unidos y China mantienen el liderazgo como los países que más aportan elementos contaminantes al planeta, con efectos como los que hemos vivido recientemente como un invierno que ha afectado toda nuestra infraestructura vial y ha incrementado el número de familias que quedaron sin vivienda y servicios públicos, en contraste con una sequía en otros partes del planeta como en África y en un país cercano como México, indican que el planeta es uno solo y lo que sucede en una parte del mundo afecta al planeta en su conjunto. Así sucede en la dimensión económica, tal como se refleja con la crisis del modelo neoliberal, en el que la economía creció, pero la riqueza se concentró y aumentó la pobreza y la marginalidad, lo cual explica en parte el surgimiento de protestas contra el sistema como la de “los indignados” que ha alcanzado una cobertura mundial. En este contexto, los principales retos están relacionados en primera instancia con la recuperación de la infraestructura destruida con el invierno que entre otras, reflejó la gran fragilidad vial del país, debilidad sensible ahora que se han firmado varios TLC. También hay que trabajar en la recuperación de las condiciones de vida digna a las familias afectadas, con un enfoque más amplio que el de repartir subsidios, pues esta política sola vuelve a la gente dependiente con el riesgo de fomentar mentalidades indigentes. No hay que olvidar que la inseguridad es otro factor sobre el que hay que seguir trabajando, pero no solo con el aumento del pie de fuerza, sino con la creación de nuevas oportunidades laborales. Los nuevos mandatarios tendrán que demostrar que si eran merecedores del reconocimiento de un sector importante de la sociedad, sin olvidar que ahora representan a todo un ente territorial, conformar un equipo de trabajo capaz y con vocación de servicio es su responsabilidad para crear entornos competitivos. Es fundamental priorizar la educación, pues ya hay experiencias como la de Medellín en el que en el primer caso a la educación se le asigna el 40% del presupuesto, esto explica importantes resultados de esa ciudad. De igual manera, hay que seguir trabajando el emprendimiento, la innovación y la investigación de base tecnológica, pues el conocimiento es reconocido como el factor de competitividad más importante de la era actual. Feliz año a mis lectores y gracias por sus comentarios.