La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, conocida como COP 16, se desarrolló en Cali desde el 21 de octubre y cerró el viernes 1º de noviembre, con más expectativas que logros concretos.
En medio de este encuentro, el mundo volcó su mirada hacia la tragedia ocurrida en España, donde un fenómeno meteorológico denominado DANA (Depresión Aislada de Niveles Altos) provocó intensas precipitaciones, descargando en unas pocas horas el equivalente a las lluvias de un año, generando más de 150 personas fallecidas.
Tales fenómenos climáticos, dentro de los que se incluyen los huracanes, los tornados, lluvias torrenciales y fuertes sequías entre otros, son el resultado de la agudización del proceso de depredación humana que, sin ninguna contemplación, continúa arrasando selvas, contaminando la naturaleza y ocasionando la desaparición de especies.
En este contexto, la COP 16 se perfilaba como un espacio de concertación que impulsaría compromisos firmes para la protección de la biodiversidad en beneficio de todas las especies vivas, las cuales están siendo gravemente afectadas por el cambio climático.
A pesar de la nutrida participación, los compromisos asumidos por la mayoría de las naciones no estuvieron a la altura de lo esperado. En la COP 15, realizada en 2022, los países se habían comprometido a presentar sus Planes de Acción de Biodiversidad, detallando las acciones necesarias para alcanzar las 23 metas propuestas para 2030. Sin embargo, solo 35 de 196 Estados entregaron sus planes completos.
Uno de los retos más significativos es la falta de acciones contundentes y la insuficiente voluntad política para implementar cambios a gran escala. A pesar de acuerdos internacionales -como el Acuerdo de París de 2015-, muchos países continúan priorizando sus intereses económicos o políticos y el crecimiento económico por encima de la protección del planeta.
Si no se genera una conciencia global sobre los graves efectos de las acciones dañinas del ser humano, la naturaleza seguirá respondiendo con eventos cada vez más drásticos, como el ocurrido en España.
