Aunque estas personas no tienen un salario, sí juran cumplir fielmente con su tarea responsable para que los Juegos Olímpicos fluyan sin problemas. Este programa reúne a 45 mil personas juiciosamente seleccionadas.
Faiver Hoyos Hernández
Presidente ACORD Colombia
Darse el lujo de ser los primeros en recibir a las más grandes figuras del deporte mundial no tiene precio. Y esa es parte de la misión del programa de voluntarios que trabajan para el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos París 2024. Hay quienes definen a los jóvenes y adultos que integran este gran equipo, como el rostro visible de los Juegos. La impresión que se lleve de entrada, el deportista, el entrenador, el directivo, el periodista o el turista en general será la que valga, es por eso que dentro de la misión que ellos tienen, es primordial recibir con amabilidad y buen servicio al visitante, sea quien sea.
Según datos entregados por el propio Comité Olímpico Internacional y las autoridades parisinas, en calidad de voluntarios laboran un total de 45 mil personas, quienes debieron cumplir un proceso de entrenamiento muy riguroso, por cuanto son la cara bonita o fea, de la competición. Su escogencia se dio mediante la inscripción que se abriera camino a través de un link, para que los interesados -hombres y mujeres- llenaran un formulario, dejando sus datos más relevantes, hasta esperar que la organización les llamase o se contactase para definir su vinculación.
Dentro de ese grupo tan numeroso, sobresalen personas de los diferentes continentes. Si bien se encuentra dentro de los voluntarios un notorio volumen de franceses, los responsables de los Juegos Olímpicos París 2024, perfilaron el tipo de persona que requerían hasta completar el grupo, dándole participación a ciudadanos de diversos países y territorios, quienes tendrán funciones distintas, es por ello que el alistamiento fue severo, máxime cuando todos deben ser capaces de ejercer el rol que las autoridades olímpicas indiquen.
Parte de las tareas incluyen, acompañar a los atletas, cuidar su equipamiento, guiar a los participantes, controlar las entradas a los escenarios, velar porque las acreditaciones ocupen el lugar que corresponde, apoyar al público si es pertinente a su llegada a cada uno de los escenarios, orientar a los participantes sobre las rutas de transporte situadas para el evento: así como atender cualquier llamado de urgencia que se haga ante alguna eventualidad, incidente o accidente.
Rigurosa selección
Por su participación masiva de atletas, los Juegos Olímpicos se convierten en el evento más importante del universo. La comunión entre países de todo el mundo obliga a prepararse con mucho tiempo de antelación. El nivel de exigencia del COI por la multiculturalidad que aglutina no admite errores. Desde antes de París 2024, ya se sabe que la ciudad de Los Ángeles en los Estados Unidos será la sede de los Juegos de 2028.
La organización de los Juegos Olímpicos exige una especie de decálogo, que el voluntario debe cumplir si desea participar como tal. Aunque parecen simples, la veracidad como se diligencien los datos ayuda a ser tenido en cuenta. A cada uno de los inscritos se le estudio su hoja de vida en detalle, para evitar sorpresas dentro de los seleccionados. Obviamente que lo primero es ser mayor de 18 años y saber hablar de manera perfecta tanto el lenguaje local (francés), como el inglés. Se les exige disponibilidad total, frente a ello debieron diligenciar bajo responsabilidad de cada uno un formulario que indica esta serie de interrogantes.
Dicha petición fue colgada en su momento en la web oficial de los Juegos Olímpicos, dando opciones a que el programa finalmente validara a los mejores. Ser voluntario como su nombre lo indica no genera dividendos económicos. La organización tampoco asume gastos de hospedaje. A ellos se les brinda diariamente la alimentación e hidratación necesaria, un uniforme que les identifica, amén de un diploma que les certifica como tal. Obviamente que participar gratuitamente les permite ver los Juegos muy de cerca.
Juegos de la Equidad
Desde la inauguración de los Juegos en Trocadero y el río Sena como el escenario escogido para que los países desfilaran, los Olímpicos de París 2024 han sido denominados los Juegos de la Equidad. Primero porque de los 10.500 atletas participantes, la mitad son mujeres. Pero, sin duda, en la escogencia de los Voluntarios también Francia se sobró, por cuanto varias de las personas que acompañan el programa presentan condiciones especiales, lo cual proyectan unos Juegos incluyentes en todo sentido.
Y como algo adicional que también es símbolo de inclusión, sobresale uno de los temas polémicos y es precisamente el relacionado con la joven boxeadora de Argelia Imane Khelif de quien se puso en duda su feminidad. Pues bien, sea lo que sea y pase lo que pase, los organizadores de los Juegos Olímpicos son y serán los únicos responsables de que esta serie de situaciones se presenten. Previamente debieron haber tomado las medidas correctivas del caso y no esperar un escándalo mayúsculo que expusiera a la joven argelina de manera mediática. Tanto la italiana Ángela Carini merece respeto, como la joven Khelif. En la próxima entrega hablaré de este tema tan escandaloso.
