Definitivamente, un mal mensaje envió la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, con la designación como procurador provincial de Neiva del abogado Leonel Sanoni Charry Villalba, cuyo nombre estuvo envuelto en un escándalo a principios del año pasado en la Universidad Surcolombiana.
El escándalo no fue menor –como los protagonistas lo hicieron querer ver en su momento–, al punto que terminó en una investigación disciplinaria abierta formalmente por la propia Procuraduría General de la Nación en contra de Charry Villalba por presunto acoso laboral.
Lo que sucedió fue lo siguiente: Charry era decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Usco y unos audios grabados clandestinamente y publicados en redes sociales en abril de 2020 lo ubicaron dentro de una aparente estrategia para presionar la elección de Nidia Guzmán como rectora de la casa de estudios.
En los audios, Charry prometía, al parecer, saturar de trabajo a un “chiquitico” que supuestamente no estaba a favor de la candidata Guzmán. Ese “chiquitico” al que se refería era el exsecretario de Educación y docente para ese momento, Alfredo Vargas, quien tras el escándalo, elevó una queja disciplinaria.
Más de un año después, el 23 de junio pasado, la procuradora Primera Delegada para la Vigilancia Administrativa, Sonia Patricia Téllez Beltrán, encontró méritos para abrirle investigación disciplinaria a Charry, quien aun así, fue vinculado el 2 de agosto al órgano de control.
De inmediato, se desató toda una ‘tormenta’ no solo al interior de la Procuraduría sino a nivel general. Los procuradores judiciales, por ejemplo, cuestionaron fuertemente el nombramiento, al considerar —con toda razón— que “no es deseable que haya un manto de duda sobre quien lidera el ejercicio de la autoridad disciplinaria”.
Aunque la procuradora Cabello rectificó el jueves pasado al relevar del cargo a Leonel Sanoni Charry, quedan en el ambiente dudas como estas: ¿La misma Procuraduría no sabe a quién investiga? ¿Quién verifica los antecedentes antes de posesionar a un Procurador Provincial? ¿Pesa más cumplirle al político que hacer un examen riguroso a la hoja de vida de quienes llegan a ocupar cargos representativos en el órgano de control?