Para la procuradora Margarita Cabello las apreciaciones y presunciones de una enemistad grave del procurador investigador, contra el Gobierno que Álvaro Leyva representa no demuestran nada.
Redacción Web/LN
La procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, negó la recusación en contra del procurador investigador de Álvaro Leyva, Ernesto Espinosa, por presunta enemistad grave con el Gobierno y una posible amistad íntima con el apoderado de Thomas Greg, Juan Pablo Estrada.
En medio de la audiencia por las presuntas irregularidades con la licitación de pasaportes del país en contra del ministro de Relaciones Exteriores, su defensa presentó una recusación en contra del procurador encargado de adelantar el proceso por pasaportes en donde se investiga al Canciller Álvaro Leyva.
Los argumentos en la audiencia exponen varios trinos de Espinosa en contra del gobierno Gustavo Petro, finalmente el procurador negó la recusación en su contra, pero esto pasa a firma de su superior jerárquico, que es la procuradora Margarita Cabello, quien negó y firmó la recusación en contra del procurador por considerarla infundada:
“La enemistad grave no se demuestra a partir de las propias apreciaciones o presunciones, ni analógicamente, sino demostrando unos actos realizados, en este caso, del ministro disciplinable y del procurador recusado en los que se demuestre un nexo material directo y además, indefectiblemente, requiere que el funcionario expresamente manifieste que existe la enemistad íntima o amistad íntima, y tiene la carga procesal de motivar razonadamente su existencia; porque el mero capricho no lo habilitará para apartarse del conocimiento del asunto”, señala Margarita Cabello.
“A manera de ilustración el Despacho acude la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en el caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, citando la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sostuvo, respecto de la imparcialidad objetiva consideró: ‘las apariencias podrían tener cierta importancia’. De ello no se deriva, como regla, que cualquier circunstancia aparente entrañe una desconfianza en el funcionario, que conlleve a su separación del proceso”, complementó Cabello.