El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió en Cartagena a su par panameño, Ricardo Martinelli, y a una delegación de congresistas estadounidenses para celebrar la reciente firma de los Tratados de Libre Comercio, dijeron fuentes oficiales. BOGOTÁ, AFP El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió en Cartagena a su par panameño, Ricardo Martinelli, y a una delegación de congresistas estadounidenses para celebrar la reciente firma de los Tratados de Libre Comercio, dijeron fuentes oficiales. “El presidente Santos ofreció una cena al presidente de la Cámara de Representantes (estadounidense), John Boehner, en su casa de huéspedes de Cartagena. Y a esa cena invitó al presidente Martinelli”, explicó a la AFP un funcionario de prensa de la Presidencia colombiana. El encuentro se desarrolló en privado y no está prevista ninguna comparecencia ante la prensa, aclaró la fuente. A través de un comunicado, la Presidencia de Panamá había informado del viaje de Martinelli a Cartagena con objeto de “participar de los actos de celebración por la firma del Tratado de Promoción Comercial” ratificado el pasado octubre por Estados Unidos con Colombia, Panamá y Corea del Sur. El viaje se produce cuando el gobierno panameño estudia un pedido de extradición a Colombia contra la ex funcionaria María del Pilar Hurtado, a quien la justicia de su país reclama por escuchas ilegales durante su periodo como directora de los servicios secretos colombianos en el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010). Santos y el republicano Boehner ya sostuvieron un encuentro el miércoles en Bogotá en el que conversaron sobre los trabajos de implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral y el apoyo de Washington a la lucha antidrogas en Colombia, señaló el congresista en un breve mensaje a la prensa. Boehner, que está acompañado por otros cuatro congresistas republicanos y uno demócrata, viajará en las próximas horas a México para concluir una gira latinoamericana que arrancó el lunes en Brasil. El de Colombia fue el más controvertido de los tres TLC ratificados por el Congreso estadounidense en octubre, casi cinco años después de ser firmados, ya que los demócratas exigieron a Bogotá un plan de acción para proteger los derechos sindicales.