La confirmación de la multinacional oriental Hydrochina, de que buena parte de sus tareas a lo largo del río Grande la Magdalena se encaminan a detectar áreas adecuadas para construir nuevas centrales hidroléctricas mediante el sistema de represamiento y gravedad, La confirmación de la multinacional oriental Hydrochina, de que buena parte de sus tareas a lo largo del río Grande la Magdalena se encaminan a detectar áreas adecuadas para construir nuevas centrales hidroléctricas mediante el sistema de represamiento y gravedad, ha provocado la natural alarma por parte de distintos estamentos políticos y sociales, especialmente del sur del Huila. Y además, considerando que la presencia de los profesionales chinos, junto con funcionarios de Cormagdalena, se hizo en los últimos días de manera sorpresiva, en medio de un impresionante dispositivo de seguridad y sin aviso previo a las autoridades locales. La propia gobernadora Cielo González Villa ha dicho de manera tajante que su opinión es que en el Huila no debe haber más represas, en tanto en los recientes tres días Pitalito ha sido escenario de foros, debates y conversaciones alrededor del polémico tema, adobado por supuesto con todos los antecedentes, crisis y controversias del proyecto de El Quimbo. Si bien no se pueden desconocer las bondades en términos de competitividad, desarrollo, seguridad energética y beneficios de la inversión extranjera para el país, a todos estos factores se contraponen la conservación de los recursos naturales, el enorme impacto sobre el medio ambiente, la frontera agrícola con áreas altamente productivas que se pierden, el desplazamiento de comunidades que deben rehacer sus vidas en zonas extrañas y el conflicto social que se genera alrededor de los respectivos proyectos. Ahora bien, en el caso particular del Huila el balance de los resultados por la construcción de la represa de Betania, y la verdadera crisis en torno al Quimbo, no es favorable para la región ni parece haber, a largo plazo, mayores expectativas de las cuales se puedan obtener mejores réditos. Por el contrario, el Huila con dos hidroeléctricas paga las tarifas más caras del país, pero además, se nutre de la energía de Prado, sin ningún subsidio. El ambiente, por lo tanto, no es nada favorable a la realización de nuevos proyectos. Y claro que habrá que considerar que no es el Huila un territorio grande, en el que se puedan afectar más amplias áreas que ocupen tanto zonas agrícolas como habitadas, y el irreversible impacto ambiente. Pero por ahora vale señalar que el polémico proceso que ya ejecuta Hydrochina se hizo de espaldas al departamento, a sus autoridades y voceros legítimos; Cormagdalena ha actuado de manera inconsulta, casi a escondidas de la región, no se ha convocado a nadie de acá para discutir los alcances de un megaproyecto que nos afecta tan directamente como que aquí nace y discurre en sus primeros kilómetros el río; los chinos y sus acompañantes oficiales llegaron, midieron, analizaron, indagaron y se fueron en forma casi clandestina, evadiendo las necesarias respuestas a muchas preguntas que surgen y obligatoriamente deberían ser respondidas. En buena hora los concejales del sur del Huila, sus alcaldes encabezados por el de Pitalito y la Asamblea Departamental del Huila por boca de la diputada Sandra Hernández, han tomado la vocería y exigido respuestas a las obvias inquietudes. Esa es la actitud, falta que nos contesten. DESTACADO “El Huila con dos hidroeléctricas paga las tarifas más caras del país, pero además, se nutre de la energía de Prado, sin ningún subsidio”. EDITORIALITO San Vicente del Caguán, Caquetá, marchará hoy en rechazo reclamando a los actores armados el cese de los ataques y reclamando la urgente reconstrucción del puente de Riecito, destruido por la guerrilla. Una jornada ciudadana para celebrar la Batalla de Boyacá decisiva para el éxito de la Campaña Libertadora.