Un trágico hecho sacudió a Tibú, Norte de Santander, el pasado 15 de enero de 2025, cuando un niño de 10 años sobrevivió a un ataque armado en el que fueron asesinados sus padres y su hermano de seis meses. El violento episodio ocurrió mientras la familia se desplazaba en un vehículo de la funeraria San Miguel, propiedad de Miguel Ángel López, reconocido embalsamador de la región y principal víctima del atentado.
De acuerdo con medios regionales, el menor logró escapar ileso y fue auxiliado por vecinos del sector, quienes lo trasladaron a un centro hospitalario para recibir atención. Este suceso se suma a la ola de violencia que afecta al Catatumbo, una zona marcada por enfrentamientos entre grupos armados ilegales.
Miguel Ángel López había trabajado en condiciones extremas, recogiendo cuerpos en territorios controlados por estos grupos, como se evidencia en el documental “El trabajo del embalsamador de guerra en Colombia”, dirigido por Jhon Jácome. Su labor en estos contextos complejos podría estar relacionada con el ataque que terminó con su vida y la de su familia.
El crimen ha generado profunda conmoción a nivel nacional. El presidente Gustavo Petro y el alcalde de Tibú, Richard Claro, manifestaron su solidaridad con las víctimas y reiteraron su compromiso de reforzar la seguridad en la región.