Con arma de fuego le fue arrebatada la vida a un hombre de 28 años, en el casco urbano del municipio de Oporapa. La víctima se trata de Diego Fernando Ordóñez Ome, quien trabajaba como mayordomo en una finca de la vereda San Ciro de esa localidad. Las autoridades investigan las razones que motivaron el crimen.
Conmocionada se encuentra la población del municipio de Oporapa, tras la reciente muerte de un hombre en circunstancias violentas ocurridas en el casco urbano de la localidad.
Allí a sangre fría le arrebataron la vida a una persona de sexo masculino que era oriundo del municipio de El Paujil, Caquetá. La víctima se trataba de Diego Fernando Ordóñez Ome, quien tenía 28 años de edad.
El asesinato
El crimen tuvo lugar en la noche del pasado viernes cuando Diego, se encontraba en plena vía pública cerca al templo de la municipalidad.
Según la información suministrada por los vecinos del sector, todo marchaba tranquilamente hasta que escucharon la detonación de siete disparos, por lo que salieron a la calle a verificar qué había sucedido.
Fue así como encontraron tirado en el piso al afectado que ya estaba desangrándose. Aparentemente presentaba heridas ocasionadas con arma de fuego en varias partes de su cuerpo. De inmediato procedieron a prestarle ayuda e informaron a la patrulla de la Policía para que atendieran el caso.
No sobrevivió
Ordóñez Ome, alcanzó a ser llevado a la unidad de urgencias de la ESE David Molina Muñoz de Oporapa, donde el personal médico de turno lo recibió para practicarle maniobras de reanimación, sin embargo, las afectaciones provocadas por los proyectiles desencadenaron en su fallecimiento.
Es así como los policiales iniciaron con los actos urgentes llevando el cadáver al Instituto de Medicina Legal. Se desconocen las razones que motivaron el hecho de sangre como también la identidad de los responsables.
Tras las pistas
Se espera que a través de las pesquisas se logre esclarecer lo sucedido y dar captura a los asesinos. Del hoy fallecido se conoció que había llegado hace varios años a la localidad oporapense, en donde últimamente se había dedicado a trabajar como mayordomo de una finca ubicada en la vereda San Ciro.
No se descarta que la arremetida haya sido originada por una riña. Allegados del hoy occiso han expresado su solidaridad enviando sentidos mensajes de condolencias a su familia. “En vida fue una gran persona, una pelea a cualquiera se le presenta, lo distinguí y sé que sí actuó de manera violenta no fue por iniciativas de él, era respetuoso y muy callado, bendiciones para la familia en estos momentos”, escribió Guerrero Chaux Marín.