Ha sido un proceso interesante para Medellín llegar a convertirse en modelo de innovación para el mundo; todo empezó con la Alcaldía de Sergio Fajardo (2004-2007) quien fijó derroteros importantes en su gobierno donde acuñó la frase “Del miedo a la esperanza”. Luego de pasar esta ciudad por años oscuros sumergidos en la violencia producto del narcotráfico, llegó Fajardo a ejecutar un gobierno con programas incluyentes como el de desarrollo integral humano en los sectores más deprimidos, y se preocupó por revisar permanentemente el índice de calidad de vida con lo cual garantizó que Medellín tuviera un nuevo gran aliento y se encumbrara como una ciudad de un nivel equilibrado de desarrollo. Al focalizar adecuadamente la inversión pública, sin dar margen a la corrupción en la administración pública y generando confianza en la ciudadanía, se cumplieron en un alto porcentaje sus propósitos.opósitos. Fajardo rompió paradigmas políticos y sociales. Empezó con el apoyo de solo dos concejales y terminó con el beneplácito del Concejo en pleno. Sus indicadores fueron favorables en todo sentido y fue así como llegó a ser el mejor alcalde del país. Llegar a las comunas más deprimidas de Medellín con metro cable y con modernas bibliotecas, influyó para que esas brechas sociales tan profundas disminuyeran y tuvieran un efecto múltiple y positivo de convivencia ciudadana, con lo cual redujo la criminalidad y garantizó una ciudad más esperanzadora. Sus sucesores han tratado de seguir por el mismo camino, lo cual no ha sido fácil, pero el balance aún es muy satisfactorio para la ciudad y por esa razón han recibido el premio como “Ciudad Innovadora del Año” del City Group, Urban Land Institute y el Wall Street Journal. Fajardo supo aprovechar el espíritu emprendedor paisa, el cual no ha desfallecido, y además con la buena gestión de Empresas Públicas de Medellín tuvo recursos financieros importantes. Actualmente, esta entidad le entrega a la Alcaldía de Medellín cerca de novecientos mil millones para inversión pública producto de las utilidades de todos sus negocios. Cada región y cada ciudad en nuestro país tienen características distintas, por lo que no podríamos decir que se podría copiar el modelo de Medellín. Sin embargo, hay elementos que sí aplican para todo el país como es la transparencia en la inversión pública y la prioridad que se debe dar a los sectores más deprimidos, lo cual garantiza el éxito de toda administración.