En lo que respecta al establecimiento de relaciones conyugales, resulta difícil dejar de reconocer que existen ciertos factores que afectan el establecimiento de relaciones afectivas solidas, duraderas y satisfactorias. La falta de tiempo, las carencias económicas, la mala comunicación, las relaciones sexuales insatisfechas y la dificultad para perdonar, constituyen factores de riesgo que vale la pena considerar. No existen formulas mágicas ni secretos para garantizar una buena relación de pareja, se trata básicamente que las personas que la integran, sepan cómo fomentar una relación satisfactoria y exitosa. Las parejas que desean llevarse bien, son aquellas que son capaces de reducir el conflicto interpersonal, que recurren al buen humor para manejar situaciones difíciles, reduciendo de esta manera sus conflictos. Resulta importante saber negociar, entender que no siempre se puede ganar y que en ocasiones hay que perder para ganar. Cultivar el respeto, la tolerancia y la honestidad con quien se vive, facilita la solución de los problemas de la convivencia humana. Sorprender a la pareja con cosas agradables, sencillas y sinceras, resulta más impactante en relación. No dejar pasar un día sin reconocer sus logros, decirle cuánto se le quiere, reconocer sus esfuerzos o exaltar su belleza, enriquece la convivencia diaria y hace sentir mejor al otro, dado el reconocimiento y exaltación de sus esfuerzos y méritos. Recordar sencillos detalles como un saludo al despertar, una sonrisa, una caricia al despedirse, un mensaje afectuoso escrito, buscar tiempo para contemplarse, hablar de temas diferentes a los hijos, el trabajo, las deudas o los achaques, enriquece la relación afectiva y sexual en la pareja. Saber comunicar el deseo de una manera respetuosa, considerando los sentimientos y necesidades del otro, ayuda al reconocimiento mutuo, a compartir sentimientos y reconocer necesidades, generando mayo satisfacción personal y de pareja. Desarrollar habilidades comunicativas que aseguren que el cónyuge asimile y comprenda el mensaje transmitido, evita los juicios de valor, los señalamientos, los reproches, la imposición y el sometimiento del otro, por temor al conflicto, las agresiones, el rechazo o la soledad. Vivir en pareja puede resultar altamente satisfactorio, depende de la forma como cada uno interprete su realidad, como asuma la responsabilidad de sus actos y comprenda que el cónyuge es tan imperfecto como él mismo y si desea obtener el respeto y consideración de su pareja, debe reconocer sus propios defectos, antes de exigir en el otro, cambios o actitudes que él mismo es incapaz de asumir.