Mejores vías para un Huila productivo

El concepto de competitividad productiva no puede seguir siendo lejano para el departamento del Huila. Nuestra ubicación geográfica, por mucho una de las mejores del país, debe prestarnos un rédito más que aceptable. Nuestro eje vial, donde se conectan estratégicamente departamentos como el Caquetá, Putumayo, y Tolima, y que además, es el epicentro de un intenso tráfico de mercancías, debería ser lo suficientemente rentable como para que la doble calzada Campoalegre – Neiva, como mínimo, no fuera solo un sofisma vano, sino una política pública de carácter prioritario.
 
Que nadie se confunda con la recién inaugurada vía Gigante – Garzón, o con el puente que conecta a Garzón con el Agrado. No son ases que ha sacado del sombrero el gobierno departamental. Son cuota debida por EMGESA, como parte del supuesto mejoramiento estructural en pro de la recuperación territorial, tan fuertemente afectada por la construcción de la hidroeléctrica “El Quimbo”, y que de manera contundente está golpeando la economía de los municipios del centro del departamento.
 
De no haber sido por la deuda pública – social de EMGESA, la modernización de las vías del centro y occidente del Huila hubiera seguido pasando de manera inadvertida para los gobiernos departamentales. Hasta donde tengo entendido, el único plan de gobierno que quiso implementar una expansión vial que mejorara el tráfico público y de mercancías, fue el que sustituyó a Pajarito Sánchez, en donde incluso se llegó a presupuestar el capital necesario, integrando recursos nacionales vía Ministerios y platas departamentales, comprometiendo eso sí, vigencias futuras pero de manera viable. Proyecto que finalmente no pudo ser realizado.
 
Lo motivante del caso es la visión que se tienen sobre la necesidad de implementar un ambicioso plan de modernización vial. Aunque el turismo no se me presenta como una alternativa que genere productividad sostenible a mediano plazo, la idea de un cluster turístico Rivera – Neiva – Campoalegre, no se debe tener por descabellada. Ahora, creo que el ideal es proyectar una remodelación sustancial donde se empate la doble calzada Campoalegre – Neiva (tan necesitada) con la ampliación de la vía Aipe, en la que ya se está invirtiendo. De esta manera, el Huila sería pionera en el tráfico comercial, puesto que conectaría a todo el sur del país con la coyuntura Tolimense.
 
Hay que aprovechar el capital ahorrado en la construcción de las vías del centro para proyectar la modernización del norte y así construir un fuerte pasajero, donde además del turismo, el comercio promueva la economía adormecida y genere un repunte para nuestra tierra.
 
El tema de las vías es fundamental para fortalecer el propósito de un mejoramiento económico. A los industriales y comerciantes les resulta más barato importar productos terminados que mover materias primas por las deterioradas carreteras nacionales. Esto sin atender a los costos en combustibles y peajes. Si el Huila se presenta como un eje vial importante, fácilmente se podría integrar la productividad de departamentos alejados y sellar acuerdos interregionales con Caquetá y Tolima, lo que nos beneficiaría sobremanera. Hay que apostarle a la modernización y a la productividad. Debemos ser ambiciosos.