Cuatro días de angustia por la desaparición del menor Gabriel Esteban Benavides, en la ciudad de Bogotá, terminaron para sus padres al recibir la noticia que su hijo se encontraba en un hogar de paso en Neiva. LA NACIÓN, NEIVA Cuatro días de angustia por la desaparición del menor Gabriel Esteban Benavides, en la ciudad de Bogotá, terminaron para sus padres al recibir la noticia que su hijo se encontraba en un hogar de paso en Neiva. El menor de 13 años de edad, al parecer decidió huir de su casa en el barrio Carlos Albanés de la localidad de Bosa en la capital de la República, debido porque su abuela no lo dejó salir a jugar fútbol con sus amigos, el 16 de febrero de 2012. “Tuvo un disgusto con la abuela porque quería jugar fútbol y como el día anterior había estado jugando no se le dio permiso…”, dijo su padre Gabriel Benavides, al recordar que el menor contaba con 40 mil pesos en sus bolsillos para comprar unas pinturas para el colegio, “le dijo al tío que se iba a comprar las pinturas y desde ahí no volvimos a saber nada más de él”. Con el paso de las horas y de los días, la zozobra y angustia se fueron apoderando de la familia del adolescente, quien tomó un bus rumbo a la capital huilense donde llegó hacia las 5:30 a.m. del viernes 17 de febrero en la Terminal de Transportes. “Estaba solo, desubicado…”, manifestó la comandante de la Policía de Infancia y Adolescencia, teniente Diana Carolina García Trujillo. Los uniformados llevaron al menor a un hogar de paso del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en Neiva. “Sólo nos dijo que venía de Bogotá sin ningún familiar, manifestó que no quería estar en su casa…”, indicó la oficial. El reencuentro familiar se cumplió hacia el mediodía de ayer en el Centro Zonal La Gaitana del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ubicado en el barrio Altico, donde en una audiencia privada, la Defensora de Familia entregó al menor de 13 años a su padre Gabriel Benavides. “Nos enteramos de la presencia de él en Neiva, porque recibimos una llamada de un señor que me preguntó si mi hijo es un pecosito, de ojos claros, que lo había visto en la casa donde estaba realizando unos trabajos… que era él”, manifestó el progenitor del menor que viajó en la noche del martes desde la capital de la República. La comandante de la Policía de Infancia y Adolescencia Seccional Huila, señaló que el menor no presentaba ningún signo de maltrato o violencia, “la situación se habría generado por un disgusto del menor”. Foto: Sergio Reyes Gabriel Esteban Benavides