El menor Esneider Leonardo Amaya Perdomo fue encontrado ayer sin vida en zona rural de Baraya. Había salido de Neiva a la casa de sus padres en la vereda Río Blanco el pasado 29 de febrero. El menor Esneider Leonardo Amaya Perdomo fue encontrado ayer sin vida en zona rural de Baraya. Había salido de Neiva a la casa de sus padres en la vereda Río Blanco el pasado 29 de febrero. El cuerpo presentaba amputación del pie izquierdo. El caso fue puesto en conocimiento de las Naciones Unidas. LA NACIÓN, NEIVA Con amputación del pie izquierdo y sin vida fue encontrado el cuerpo del menor Esneider Leonardo Amaya Perdomo, tras caer en un campo minado de la guerrilla de las Farc en zona rural del municipio de Baraya. La víctima llevaba 20 días desaparecida. 
El hallazgo fue hecho por campesinos de la región en la tarde del martes anterior en una zona boscosa de la finca Santa Rosa en la vereda Río Blanco, donde agonizó tras las heridas sufridas por la trampa mortal instalada por insurgentes del Frente 17 ‘Angelino Godoy’. “Se hizo como una curación, un torniquete para evitar el sangrado pero no le funcionó… murió desangrado”, dijo Rosa Liliana Ortiz, del Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, “lo encontraron en avanzado estado de descomposición”. Sostuvo que desde el momento que se reportó su desaparición, el caso fue puesto en conocimiento de las Naciones Unidas, Cruz Roja Internacional, Defensoría del Pueblo y la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. El comandante de la Novena Brigada, coronel Juan Carlos Ramírez, condenó la muerte del menor. “Las Farc demuestran la transgresión a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario… el Comando de la Novena Brigada deplora este tipo de acciones aleves por parte de la organización narcoterrorista…”. El oficial llamó la atención de la comunidad para que rechacen este tipo de actos “indiscriminados que afectan principalmente a la población civil… se hace un llamado a la comunidad para que se pronuncie”. Iba para donde los padres Amaya Perdomo, de 16 años de edad, salió de la casa de su tía Nora Elvira Amaya en el barrio Las Granjas en Neiva hacía la vivienda de sus padres ubicada en la vereda Río Blanco, el pasado 29 de febrero. “Se fue en el carro que salió a la una de la tarde”, recordó su prima Sandra Mónica Peralta, al manifestar que el menor llegó a la capital huilense en enero pasado. El joven, quien se encontraba cursando Primero de Bachillerato en el colegio Luis Ignacio Andrade, decidió viajar a visitar a sus padres en la finca que semanas atrás dejó en compañía de su hermana, para comenzar sus estudios de secundaria en la capital huilense. Sin embargo, la ilusión de reencontrarse con sus progenitores fue frustrada al pisar la mina antipersona ‘sembrada’ en la orilla del camino veredal que conducía a la casa que le destrozó el pie izquierdo desde el tobillo. El cuerpo fue trasladado a la caseta comunal de la vereda, donde ayer la comunidad contrató una camioneta de servicio público y lo llevó al corregimiento de Vegarlaga en Neiva, hasta donde llegaron funcionarios de Policía Judicial a adelantar la inspección judicial. “Llamamos a la Cruz Roja para que fueran por el cuerpo y nos dijeron que lo lleváramos a Vegalarga, no sabemos por qué no iban”, manifestó la prima del menor. Anoche los despojos eran trasladados a la morgue de Medicina Legal en la capital huilense, donde los médicos forenses realizarán hoy la necropsia.
