Menos tramitomanía.Por Rodolfo Valderrama Díaz

Ante la falta de voluntad de nuestra clase gobernante para realizar cambios estructurales y por ende mejorar las condiciones socio-económicas de las mayorías, los gobiernos de turno generalmente adoptan medidas que en cierto momento se constituyen en paliativos para determinadas actividades tortuosas; lo hizo Belisario Betancourt  cuando eliminó  la declaración de renta para la mayor parte de los contribuyentes, César Gaviria cuando flexibilizó importaciones y Andrés Pastrana con su fracasado Decreto Antitrámites.  Recientemente se  han dictado normas sobre el sector financiero y el sector salud, lo mismo que el Decreto Ley sobre simplificación de trámites, que implican un descanso para el ciudadano  del común, pero que dejan de lado aspectos cruciales. La supremacía  otorgada por nuestros gobiernos monetaristas a los voraces monopolios privados, ha permitido que dichos organismos hayan  impuesto un sinnúmero de condiciones leoninas a consumidores y usurarios, por tal motivo las recientes medidas incursionan en los aspectos más sencillos, mas no en asuntos esenciales, por ejemplo para el caso de los seguros, los bancos son solícitos para afiliar y cobrar, pero para cualquier reclamo se remite al cliente  a otra empresa donde nada le solucionan, esto no fue modificado, tampoco se intervino sobre el atraco que representa cobrar 2 o 3 veces un mismo crédito hipotecario mediante la dudosa subrogación o refinanciación, caso en el cual no se le conservan las mismas condiciones al segundo comprador; el plazo máximo para las citas generales será de tres días, pero nada se especifica sobre los especialistas por los cuales hay que  esperar varios meses.  También se ordena que la empresa tramite la incapacidad, pero no se actúa sobre su pago, en este caso la  empresa debería  pagar la incapacidad y esta cobrarle a la EPS, para no dejar al afiliado a merced de los abusos de estas mañosas empresas que los someten a crueles trámites, les demoran el pago y les entregan menos del  50% de lo que les corresponde; en lo referente a  vehículos no se modifica  el grave problema que implica los traspasos abiertos entregados hace varios años, que además de  pagar injustamente impuestos, su anulación es muy complicada.  En síntesis las dos reformas referidas no corrigen la esencia del problema y la reducción de trámites deja de lado varias actividades engorrosas, innecesarias y costosas. Las últimas disposiciones del ejecutivo son una combinación de astucia, buenas intenciones, ingenuidad y hasta de irresponsabilidad, esto último  se presenta cuando anuncia salud de calidad para todos los colombianos antes de un año, de otra parte  es absurdo creer que con lo anterior las tutelas tienden a desaparecer.  La promesa presidencial de formalizar el empleo es una  farsa, dada la naturaleza de nuestro modelo económico, sin embargo propuso a Angelino Garzón para la Presidencia de la OIT, entidad que tiene como objetivo central la promoción del trabajo digno y formal; la oposición del congresista Alexander López del Polo Democrático tiene sentido, pero no por sus argumentos de tipo gremial y sindical, sino por tratarse del  candidato de un país donde el empleo formal se ha venido reduciendo sistemáticamente desde hace más de 20 años. *rodovaldi@hotmail.com