La historia con las Farc se repite una y otra vez. Mentiras, engaños y dilaciones han sido una constante. Los colombianos hemos llorado con la tristeza y tortura de los secuestrados y sus familias.
ÁLVARO HERNÁN PRADA
La historia con las Farc se repite una y otra vez. Mentiras, engaños y dilaciones han sido una constante. Los colombianos hemos llorado con la tristeza y tortura de los secuestrados y sus familias. Hace unos meses las Farc anunciaron la liberación de los 10 uniformados que permanecen en su poder. Lo que se vio por muchos como un buen gesto de paz, no era otra cosa que la preparación del terreno para continuar avanzando militar y políticamente. Las Farc no liberan los secuestrados porque estén arrepentidos de tener viviendo a seres humanos como perros bravos encerrados sin poder comunicarse con sus seres queridos. Los liberan porque buscan un reconocimiento político y ese es el motivo del nuevo condicionamiento. Tampoco están interesados en saber lo que tiene claro hace mucho tiempo, que sus compañeros presos están en buenas condiciones, gozan de buena salud, reciben un trato digno, no están encadenados y pueden entrevistarse semanalmente con sus familiares. Están dilatando y tratando de ganar protagonismo al demostrar que sus miembros son presos políticos. Y lo que tenemos en las cárceles son criminales que han cometido los delitos más atroces. El gobierno debe rechazar esta nueva farsa y no caer en la trampa. Celebro la declaración del Presidente Santos y de su Vicepresidente Garzón en este sentido, de lo contrario sería legitimar las acciones de estos grupos terroristas. Todos los anuncios de liberaciones de secuestrados han tenido siempre demoras, condiciones sobrevinientes según ellos o dificultades por el estado del clima o de operaciones militares en la zona. Lo cierto es que han sido mentiras tras mentiras, como cuando nos engañaron y quedaron descubiertos en el caso de Emanuel, el niño de Clara Rojas. Lo que deben hacer es cumplir ya lo anunciado. Liberar de las cadenas a quienes arrebataron tantos años de vida, a quienes privaron de ver crecer sus hijos, de compartir las fechas especiales como cumpleaños, navidades o días de las madres, con sus familias y por el contrario terminaban siendo días no deseados llenos de amargura para todos, o de acompañar a los seres queridos en sus últimos momentos, incluso de hijos y padres que imploraron sus últimos deseos para que antes de morir los pudieran ver, obteniendo una respuesta fría y desconsolante.
Justicia Penal Militar Importante presentación realizó esta semana la comisión de expertos que creó el gobierno sobre el proyecto de ley que será presentado al congreso para darle seguridad jurídica a los militares y policías. Sus acciones serán conocidas por la justicia penal militar. De lo contrario habría una desmotivación muy grande para continuar defendiendo nuestro país del terrorismo y la delincuencia. Ahpradahotmail.comQQ@qqqhotmail.com