Escrito por: David Andrés Sánchez Bogotá – Jefe de Crédito y Cartera Universidad del Rosario
Los mercados financieros son un mecanismo en donde lo agentes del mercado (familias, empresas y Estado) buscan poner en circulación de manera eficiente los recursos de capital, de tal forma que quienes se encuentren en posición superavitaria pueda transferirlos hacia quienes se encuentren en condición deficitaria mediante instrumentos de deuda o propiedad, en el que también se incluye una expectativa de contraprestación mediante un interés, dividendo o pago
Para dar relevancia a lo anterior, vale la pena dar una mirada en la historia para conocer los orígenes de los mercados financieros, los cuales se remontan a la Europa medieval en donde se resalta el legado de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales como precursor que logró organizar la obtención de recursos para financiar las diferentes iniciativas que tenían como fin dominar el comercio con Asía, primordialmente con el propósito de garantizar el abastecimiento de materias primas que de allí provenían. Con el pasar del tiempo, el modelo nacido en Ámsterdam coadyuvó con su expansión a madurar a otros mercados como el de Paris y Londres, los cuales lograrían su mayor consolidación durante el siglo XVIII incluso siendo ejemplo para la adopción de este mecanismo en Norte América.
En el caso colombiano los mercados financieros no tienen la historia de otras latitudes del mundo, tal es, que la bolsa como la conocemos en la actualidad se remonta al inicio de siglo cuando se materializó la fusión de las bolsas de valores de Bogotá, Medellín y Occidente. En todo caso y más allá de la trayectoria, se remarca la función que ha desempeñado como el gran impulsor de los grandes proyectos empresariales del país, financiador del Estado y sus iniciativas, y, no menos importante, ayudar a las familias a mejorar la calidad de vida.
La actualidad del mercado financiero colombiano no presenta la importancia y relevancia que debería tener. Por un lado, los bancos se encuentran abatidos por una política monetaria que ha contraído la colocación del crédito y ha afectado significativamente los márgenes de intermediación, por otro, la Bolsa de Valores de Colombia ha sido alertada por el JP Morgan de ser degradada de ser considerada de mercado emergente, a ser parte de los mercados de frontera, en otras palabras, consideran invertir en país tan riesgoso como hacerlo en Argentina, Ecuador o Nigeria.
En el caso particular del mercado accionario preocupa de sobremanera algunos síntomas que deberían concernir a todos los actores; los niveles de liquidez están en su peor momento (Promedio $45 mil millones), las personas naturales cada vez invierten menos en este tipo de activos (menos del 10% de la población), derivado de lo anterior cada vez hay menos empresas listadas derivado de altos costos regulatorios, lo cual no sopesa una visibilidad reducida. Como cereza del pastel, el Gobierno tiene como meta la aprobación de la reforma pensional, lo cual disminuiría los recursos que los fondos privados de pensión utilizan para rentabilizar el ahorro de los trabajadores, lo que haría menos atractivo la BVC.