Hoy es el Día Mundial contra el Cáncer, establecido desde el 2000 por la Unesco. En esta conmemoración le rendimos un homenaje a quienes luchan contra esta enfermedad desde diferentes orillas, en especial a quienes lo padecen. María Nelly Leyton Sánchez, es una mujer de 50 años de edad a quien le diagnosticaron un cáncer cervical el año pasado. Esta es su historia.
Hernán Galindo
María Nelly Leyton Sánchez, a sus 50 años de edad lucha contra un cáncer cervical o uterino que le diagnosticaron hace ocho meses. Lo más difícil ha sido enterarse del diagnóstico, asimilarlo, reflexionar sobre la vida y luego tomar impulso y con ayuda profesional tomar la decisión de afrontar la situación y someterse a los tratamientos.
“Supe que tenía cáncer el año pasado a mediados de junio por una citología porque me salió mal, inmediatamente me mandaron a tomar una biopsia y efectivamente de una vez me dicen que tengo cáncer y es de tercer grado”, recordó.
Luego viene el grado de aceptación y reflexionar sobre lo que se va a hacer, someterse a los tratamientos que incluyen, quimioterapias y radioterapias, dijo la mujer que trabaja de manera independiente, aunque terminó su bachillerato y obtuvo un técnico en contabilidad, pero nunca lo ha ejercido.
María Nelly, que reside en el barrio Santa Isabel de Neiva, una vez se enteró de la enfermedad, cayó en una profunda depresión al igual que su esposo con quien lleva 30 años de casada y de cuya unión tienen dos hijos. Estos son el motor que la impulsan para salir adelante.
“Me casé a los 19 años de edad, conocí a quien es mi esposo y trabaja como técnico en mantenimiento, por medio de unos amigos y unos primos, que se entregaban mucho a la casa, después nos casamos y llegaron los hijos que hoy tienen 22 y 17 años de edad, están estudiando, como familia nos apoyamos y sé que voy a salir adelante”, afirmó.
“Y bueno, ahí empieza, mi batalla para recibir el tratamiento, me decían que era como urgente, aún estoy en tratamiento; el 20 de diciembre pasado, terminé mis radioterapias y estoy a la espera de terminar con la braquiterapias”. Añadió.
Con el mismo optimismo que ha enfrentado el tratamiento hasta ahora, María Nelly, espera que le programen las braquiterapias, que consisten en un tipo de radioterapia interna en la cual se colocan semillas, listones o cápsulas que contienen una fuente de radiación en el cuerpo, dentro o cerca del tumor.
“Estoy en espera de que la clínica me programe nuevamente para hacerme ese tratamiento, ya después de ese tratamiento vendrán nuevos exámenes y me dirán cómo salí y qué seguirá mañana”, indicó.
Cómo ha sido la batalla contra el cáncer
María Nelly hace un alto en su relato, y rememora el paso a paso desde hace ocho meses cuando la diagnosticaron y cuál ha sido su proceso, que la ha acercado más a Dios porque Él está por encima de todo para María Nelly.
“Lo primero que me hacen es una biopsia para mirar cómo estaba y miré que me salió cáncer cervical en estadio tercero. Me remiten al ginecólogo-oncólogo y paso con el médico y él me revisa la biopsia y efectivamente, pues sí me confirman, el diagnóstico y me envía el tratamiento de quimioterapia y radioterapia porque no me podían hacer cirugía porque el cáncer estaba muy avanzado y además era muy agresivo, entonces, no se podía tocar porque me ponía en alto riesgo de muerte”, afirmó.
Y acto seguido dijo: “Definitivamente el impacto personal es terrible porque el concepto que tenía es que cuando le dicen a uno que tiene cáncer es como una sentencia de muerte, entonces, debido a la idea que tenía, para mí fue terrible porque enseguida le pasa a uno por la mente la vida, tantas metas, tantas cosas que uno quiere cumplir y que le salgan a uno con una noticia de esas es un cambio drástico”.
Además dentro de las reflexiones están, así mismo, los interrogantes de qué va a pasar y cuáles son las opciones que se pueden tomar, “siente uno que como que se cierran todas las puertas, además está la situación económica, son muchos factores los que influyen en ese momento”, acotó.
“Entonces muchos planes quedan como estancados, es una frustración inmensa y entré en un estado de depresión terrible, como mes y medio estuve en depresión igual mi esposo también. Es un impacto que le cambia a uno la vida”.
Una decisión de vida
María Nelly Leyton llega al momento en el que hay que decidir si luchar o entregarse, quedarse en la parte negativa y esperar lo peor, pero ella por el contrario tomó una decisión de vida.
“En estado de depresión, cuando uno dice, yo no voy a salir de esta, entonces surge esa luz, se acuerda uno de que tiene cosas por las cuales tiene que esforzarse, salir adelante, porque no es solamente uno, esto implica toda la familia; eso le da uno el empuje para seguir para luchar para mirar y buscar opciones”, afirmó.
“Hay que estar para apoyar a los hijos, con la fe en Dios, surge la motivación, personalmente, a mí me dio esa luz para salir adelante, debo sacar adelante a mis hijos, Esteban Gutiérrez, de 22 años, que está estudiando séptimo semestre de Lenguas Extranjeras, y mi niña Sofía Gutiérrez, de 17, que empieza a estudiar Radiología, y apoyar a mi esposo que ha sido mi compañero por 30 años, Fabio Gutiérrez, por ellos hay que luchar”, agregó.
Esta mujer luchadora desde siempre, que debió alejarse de sus padres cuando era una pequeña de apenas 6 años para venirse a vivir con unos tíos en Neiva, que tiene que rebuscarse el sustento diario, la batalla contra el cáncer se enfrenta con positivismo, siempre de la mano de Dios.
“Eso es lo más importante no desprenderse uno de la mano de Dios, porque es como me decían los médicos, ellos pueden hacer y ordenar exámenes y tratamientos, pero Dios es el que tiene la palabra y decide hasta cuándo nos va a tener y cómo van a ser nuestras vidas, entonces, hay que tener fe y no despegarse de la mano de Dios”, sostuvo.
Los tratamientos María Nelly los recibe en Ibagué a donde la remitieron y a donde espera le ordenen también se haga las braquiterapias.
“Me remitieron para Ibagué; yo estuve en la clínica allá, porque aquí no sé si ya estarán haciendo esas terapias que en el momento no las había y por las cuales me mandaron para Ibagué. Ahora estoy esperando las braquiterapias, me dijeron que en la primera quincena de febrero, porque la EPS se demora unos 15 días en autorizarlas y luego espera que haya agenda y me llamen”, añadió.
A manera de reflexión, María Nelly dijo que todas las mujeres están expuestas a padecer cáncer cervical y otros tipos, por eso lo mejor es hacerse la citología una vez al año, lo propio los exámenes para detectar otros tipos de la enfermedad y que no les suceda como a ella que se demoró en hacerse el examen y se encontró con el diagnóstico de un cáncer cervical agresivo grado tres.
“Hay que estar pendientes de nuestros chequeos, de nuestros exámenes, es importante tomarse la citología cada año y no como pretenden las EPS, que sea cada tres años, yo digo que eso no debe de ser así, porque en el caso mío que fueron dos años que me demoré y ya estaba avanzado cuando me lo detectaron”, sumó.
Finalmente, a quienes igual que ella padecen la enfermedad, pero sobre todo a los que están enfrentándose a un diagnóstico reciente y una vez deciden emprender la batalla contra el cáncer, María Nelly les pide asumir los tratamientos de la mano de Dios y de la Virgen, con mucha disciplina y optimismo.