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‘Mi hija no padecerá sola su enfermadad’ 2 23 octubre, 2024
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‘Mi hija no padecerá sola su enfermadad’

‘Mi hija no padecerá sola su enfermadad’ 8 23 octubre, 2024
Laura Sofía, su madre y familia luchan por ganar la batalla contra su enfermedad.

María Eugenia Cabrera Plazas, su esposo e hijos jamás se imaginaron que luego del 26 de diciembre de 2012, cuando le fue diagnosticada leucemia a la pequeña Laura Sofía Gil Cabrera, el drama familiar se convirtiera en un hecho que llegara hasta los estrados judiciales.

A causa de la enfermedad de Laura Sofía tuvieron que dejar su residencia en la ciudad de Florencia y someterse a grandes cambios, en los que se incluyen las quimioterapias, los fuertes medicamentos y los pocos recursos económicos para garantizar la calidad de vida de la pequeña, que enfrenta una lucha férrea contra la enfermedad.

Por ello María Eugenia ha tenido que soportar el hecho de no contar con los permisos para estar con su hija en el tratamiento, que promete no llevarla a la muerte.

“Yo llegué trasladada a Neiva por la enfermedad de mi bebé, ahí llegué a la cárcel de Neiva en el mes de mayo a la sección de Atención al Ciudadano y ahí el anterior director me colaboró con los permisos, y pude acompañar a mi niña a las quimioterapias y entendían mi situación. Laura Sofía ha soportado procedimientos difíciles, en los que no he podido estar”, dice María Eugenia.

“Ahí empezaron las humillaciones, a veces me decía que no más permisos, que enviara la niña con otra persona, que la dejáramos con un familiar o un allegado, afirmó que él sabía que una quimioterapia no duraba tanto, que podía acompañarla y regresar, en realidad el desconocía el tema rotundamente”, expresa María Eugenia.

De acuerdo con la familia Gil Cabrera, en ningún momento han recibido algún tipo de apoyo psicológico, ni su hija apoyo emocional alguno por parte del Inpec, en el que manifiesta la solidaridad o se haga seguimiento a la situación por la cual atraviesa el hogar.

Sin embargo, observando su situación María Eugenia interpuso una acción de tutela con el objetivo de encontrar una solución a sus problemas. El mecanismo quedó a cargo del Juzgado Segundo Laboral del Circuito con fecha del 21 de agosto de 2013, donde el juez concede un total de ocho días hábiles durante cada mes para que María Eugenia acompañe a su hija.

‘Sólo quiero estar con mi hija’

La tutela instaurada con el paso de una semana fue impugnada por el director de centro carcelario, quien argumentó, según María Eugenia, la interpretación errónea de las partes que motiva la otorgación de los permisos para ausentarse.

Por su parte, el director afirmó que la ausencia de la empleada en la dependencia generaba afectación en el funcionamiento de la entidad, hecho reflejado en la cantidad de tutelas ingresadas al centro penitenciario.

La lucha de la madre por conseguir estar con su hija la llevó a establecer una orden de desacato, que finalmente es resuelta el pasado 18 de noviembre a favor de la mujer.

Laura Sofía ha perdido su cabello y ahora el propósito más importante para María Eugenia se centra en poder conseguir el dinero que le permita cumplir con el sueño más deseado de Laura Sofía, una peluca con la que pueda volver a sentir que en su vida nada ha pasado.

“Laura Sofía está loca por una peluca que cuesta entre 600 y 700.000 pesos y no tenemos los recursos para hacerlo, pero estamos buscando a través de una fundación poder realizar el sueño de nuestra niña, porque ella es lo más importante para nosotros y luchamos contra la enfermedad para tenerla a nuestro lado”, concluye María Eugenia.

El fallo

La orden legal especifica en su parte resolutiva que el teniente Carlos Alirio Perico Vargas en su condición de director del Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario de Neiva, ha incurrido en el desacato de la orden de fallo de tutela proferido el pasado del 8 de octubre.

El fallo impone la sanción de dos días de arresto que debe cumplir Perico Vargas en una estación de Policía de Neiva, según asigne el comandante del Departamento de Policía Neiva, para lo cual se librará del respectivo oficio.

Sumado a esto, se impone el pago de una multa de dos salarios mínimos legales mensuales vigentes, cantidad que deberán consignar dentro de los cinco días siguientes de la ejecutoria con destino al Consejo Superior de la Judicatura.

LA NACIÓN estableció comunicación con el director del centro penitenciario de Neiva, Carlos Alirio Perico, sin embargo éste afirmó no estar autorizado para entregar algún tipo de declaración al respecto.

“En este momento no estoy autorizado para dar declaraciones, ni explicaciones, ya en un comunicado de prensa del Inpec o la dirección general daremos nuestras declaraciones”, afirmó Perico en comunicación telefónica. 

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Una peluca es el sueño que anhela cumplir la pequeña.