La Nación
COLUMNISTAS

Microempresa y oportunidad

La microempresa huilense representa para nuestra economía una salida clara al problema del desempleo que afecta nuestra región, en razón a los altos índices de pobreza. La recepción de desplazados provenientes de departamentos vecinos, la falta de políticas públicas que promuevan programas de desarrollo tecnológico, hacen que estas crezcan lenta y artesanalmente. La microempresa tiene la capacidad de contribuir al desarrollo, al acelerar la generación de empleos y al incrementar el ingreso familiar. Tiene la ventaja de aprovechar los recursos internos que existen en las áreas rurales y en los pequeños centros urbanos. Para la mayoría de las familias el establecimiento y desarrollo de una microempresa, provoca todas las alegrías, preocupaciones e incógnitas que representa el nacimiento y desarrollo de un hijo. Y no es para menos, dado el provecho económico y los riesgos que estos proyectos pueden significar. En muchos casos se trata de la fuente donde una familia puede obtener recursos para vivir honestamente. A pesar de la crisis financiera y la caída del poder adquisitivo, con frecuencia también es el medio para mantener el arraigo en el lugar de origen. En los diferentes niveles de la sociedad, ya sea el sector político institucional, en las organizaciones del sector privado y los gremios de trabajadores, existe la convicción de que a todos les conviene el desarrollo de este tipo de empresas. La crisis económica mundial ha obligado a que la mayoría de nosotros estemos preocupados por las actividades económicas. Todos deseamos sobresalir y prosperar, aun cuando las condiciones se han vuelto cada vez más difíciles. Para lograrlo se requiere destinar una gran cantidad de esfuerzo, aunado a una preparación adecuada que nos lleve a aprovechar mejor las oportunidades que se presenten, así como a evitar o superar los obstáculos que la vida nos ofrezca. La existencia de un conjunto prácticamente ilimitado de necesidades materiales, en combinación con la escasez de satisfactores, ha despertado el ingenio de muchos microempresarios para convertirlos en oportunidad de progreso personal. La economía estudia precisamente las relaciones entre la escasez de satisfactores y la infinita cantidad de necesidades materiales. Si bien es cierto que la misma necesidad hace que muchas personas e incluso grupos humanos generen una gran dinámica empresarial, hace falta el acompañamiento estatal para hacerlo y lograr mayor éxito. Será responsabilidad de nuestro gobernador y de nuestros alcaldes, promover políticas públicas para el emprendimiento huilense. miguel.rh12@hotmail.com