La Nación
Migrantes 1 8 octubre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Migrantes

Le puede interesar: Video-columna Felipe Olave 

Tuve el privilegio de estar esta semana en la convención de Inmigración al Día IAD a la que asistieron en Cancún 250 personas provenientes de EEUU, Puerto Rico y Colombia, donde tuvimos la alegría de compartir, integrarnos, hacer turismo y capacitarnos.

Llegué a Cancún en un vuelo procedente de Panamá en el que había muchos colombianos. Sé de la presión del gobierno americano hacia México para impedir que extranjeros lleguen a la frontera e ingresen ilegalmente. Se también del trato que recibimos los colombianos y sé también que miles de colombianos son devueltos y que mientras esperan por un avión de regreso a Colombia viven una experiencia muy desagradable.

En IAD escuchamos historias a diario de quienes han logrado llegar a EEUU y buscan nuestra ayuda para legalizarse. Pero saberlo es diferente a verlo en la realidad. Vi a unos funcionarios de inmigración mexicanos fríos e intimidantes preguntando por la cantidad de dinero que llevaban en efectivo, sus tarjetas de crédito, reservaciones en hoteles, tiquetes de regreso, etc. Vi también la vulnerabilidad de los colombianos que ven su sueño desaparecer en ese momento.

Me sorprendió que aproximadamente a la mitad de los colombianos los estaban devolviendo. Muy probablemente algunos de ellos si iban de vacaciones y es injusto que ellos pasen por esa situación. Para todos, es una experiencia muy frustrante, dolorosa y costosa en términos de dinero.

En ese momento entendí a profundidad la importancia de lo que hace mi empresa PCS. No solo ayuda a miles de hispanos a obtener un estatus legal en EEUU que les permite trabajar y vivir tranquilamente, sino que haciendo este trabajo en Colombia genera aproximadamente mil empleos en su mayoría en Neiva, y evita que algunos de nuestros compatriotas tengan que abandonar el País. La gente no se va porque le parece divertido, se va porque no encuentra oportunidades.

El desarrollo de un país podría medirse inversamente al número de migrantes que genera. Las grandes migraciones se generan por catástrofes naturales, guerras, inestabilidad política y difíciles situaciones financieras.

Es muy triste saber que Colombia sea uno de los países que más migrantes genera. Es como si una familia tuviera que despedir a algunos de sus hijos porque no puede mantenerlos. Eso debería cuestionarnos a todos, a los gobernantes, a los empresarios, a toda la sociedad.

Veo con tristeza como hay cientos de empresas que promueven inversiones en el extranjero y miles de colombianos clientes de esas empresas llevándose su dinero. No podemos seguir culpando exclusivamente al gobierno de los problemas o esperar que sea el gobierno quien ofrezca todas las soluciones. Creo que es muy importante que todos entendamos que también cada ciudadano es parte del problema y también de la solución, cada uno desde su nivel de influencia. Algunos podrían empezar por no pasarse los semáforos en rojo, hacer bien su trabajo y otros en no llevarse su dinero al extranjero y general más desempleo. Y todos actuar con honestidad. Seguro saldríamos adelante y no tendríamos que expulsar a nuestros amigos y familiares al destierro.