El año pasado, 11 personas murieron en un operativo militar en Putumayo. De acuerdo con investigadores de la Procuraduría, los militares modificaron la escena del crimen y agregaron material de guerra a varios de los civiles dados de baja.
Redacción Web/LN
En marzo del año pasado, el Ejército realizó una operación en Puerto Leguízamo, en el Putumayo. En el mismo, murieron 11 presuntos disidentes. Esto generó toda clase de polémicas, pues según pobladores de la zona, no eran disidentes, sino población civil, incluso algunos, menores de edad.
Sin embargo, el día de hoy, de acuerdo con Blu Radio, la Procuraduría reveló detalles escandalosos sobre esta operación. De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público, a las 7:13 de la mañana del 28 de marzo de 2022, “los soldados en el área de operaciones, previa autorización del mando, entraron en combate con GAO-r 48”.
En este punto viene la clave de la investigación disciplinaria, pues según el Ministerio Público, los soldados entraron en ese combate “sin discriminar los blancos”, produciendo la muerte de 11 civiles y causando heridas a otros cinco, “afectados por el actuar del Ejército Nacional”.
Lo que sigue es grave, porque de acuerdo con los investigadores del Ministerio Público, “una vez culminado el enfrentamiento”, los militares “procedieron a modificar la escena del crimen agregando material de guerra, tales como armas y chalecos de uso militar a varios de los civiles dados de baja durante la operación”.
Hay que resaltar que el general del Ejército Walther Adrián Giraldo Jiménez, contra dos coroneles, un capitán, un teniente y otros tres militares están siendo investigados por la Procuraduría por esta operación que tenía como fin dar de baja a alias ‘Bruno’, cabecilla de comisión de las disidencias autodenominadas como Comandos de Frontera.