El sector agrícola sería uno de los más afectados por el fenómeno de La Niña, por lo que el Gobierno Nacional llamó a todas las entidades, agricultores y ciudadanía a alistar medidas para enfrentar el impacto. Los pronósticos indican que las lluvias se intensificarán en julio próximo.
Johan Eduardo Rojas López
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El sector agrícola ha sido duramente golpeado por los fenómenos climáticos que cada vez son más agresivos. Y es que pasamos de exceso de calor, luz solar abrumadora y amplias sequías, a un periodo de incremento de lluvias, huracanes y ciclones, según lo reporta el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam.
La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, durante una rueda de prensa, se refirió a esta situación e informó que, de acuerdo con el Ideam, se prevé que en julio se instale el fenómeno de La Niña en todo el país; la probabilidad es del 70%. Teniendo en cuenta esto, el territorio nacional pasará por un periodo de incremento de lluvias, huracanes y ciclones, por lo que la jefe de cartera instó a los alcaldes, gobernadores, ciudadanos y al Sistema Nacional Ambiental a ejecutar medidas para la prevención de emergencias.
“Vamos a tener condiciones de amenaza importantes que se presentarán a partir de julio. Hoy tenemos condiciones de vulnerabilidad en los territorios luego de una sequía derivada del fenómeno de El Niño. En ese sentido, vamos a tener medio país con amenazas de más lluvias y medio país con amenaza de menos lluvia. Por eso el tiempo que utilicemos a partir de ahora hasta julio para preparar comunidades, será fundamental. Es hora de actuar, este es el momento clave para avanzar en todos los preparativos y enfrentar esta amenaza”, manifestó Susana Muhamad.
Agricultores, los más perjudicados
Julio, agosto y septiembre, son los meses en donde se prevé mayor presencia de lluvias y eso puso en alerta por deslizamientos a 613 municipios del país, de los cuales, 267 se encuentran en alerta roja. Esta cifra ha ido aumentando en los últimos cinco días, sobre todo, en la región Andina y podría empeorar, ya que en esos tres meses se espera que el fenómeno de La Niña llegue a los niveles históricos reportados en la temporada 2010-2011.
“Esta alerta que hacen el Ministerio de Ambiente y el Ideam es muy importante para que el sector agrícola, que no hay que bajar la guardia, es momento de seguir avanzando con paso firme para adaptarnos al cambio climático”, agregó la jefe de la cartera.
Insistió en la importancia de “evitar la acumulación de basuras en las viviendas rurales para prevenir inundaciones. Los depósitos de basuras deberán permanecer tapados, para evitar la proliferación de vectores”.
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Lo que se va y lo que viene
Por su parte, Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía, precisó que, “¡Hemos superado el fenómeno de El Niño! Pasamos los meses con mayores temperaturas y con menos lluvias de nuestra historia en 5 décadas, aun así, sin un segundo de racionamiento de energía y con una preparación de más de un año, 35 sesiones de PMU y 50 acciones”.
Así mismo dejó claro que el fenómeno que ya se superó, dejó efectos en el sector agropecuario como: la disminución de la productividad agrícola, el impacto diferenciado en cultivos perennes y afectación a la ganadería. Como si fuera poco, también presentó disminución de la generación hidroeléctrica, impacto en los precios de la energía y riesgo de racionamiento, dado que los bajos niveles de los embalses alcanzaron cifras negativas históricas. En abril de 2024 alcanzaron el 28,6%, los más bajos en 25 años. Sin embargo, las recientes lluvias han permitido aumentar los niveles de embalse al 34,4%, lo que disminuye sustancialmente la probabilidad de racionamiento y un apagón.
‘La Niña’ y sus estragos
Desde ya se ha podido evidenciar en varios municipios del país y el Huila, los estragos por el ‘asomo’ de La Niña. Colombia, La Plata, Palermo, entre otros municipios, se han visto comprometidos en precipitaciones. Aunque en un inicio esto resulta siendo positivo para el sector agrícola, que ha venido padeciendo sequías, la realidad es que no se sabe cuánto durarán las lluvias y todo podría tornarse complejo para el sector.
Aunado a eso, se prevén posibles inundaciones que generarían cuantiosas pérdidas, pero en contraparte, se continuaría mejorando los niveles de los embalses. En la actualidad los que competen al departamento del Huila, se encuentran de la siguiente manera: El Quimbo con un volumen útil de 30,33% y Betania con 86,29%.
“Necesitamos articulación institucional”
Lorena Sánchez, presidenta de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila, expresó que es fundamental una articulación entre los gobiernos locales, departamentales y nacional, junto con los agricultores que, a pesar de intentar adaptarse, ven afectados sus cultivos y las producciones.
“Realmente esto afecta de manera directa a la economía campesina porque se ven perjudicados los cultivos y, por supuesto, la productividad. El campesinado se ha venido adaptando a todas estas crisis, pero necesitamos articulación, empezando porque se afectan las vías y allí todo se complica. Los cambios climáticos vienen dándose de manera abrupta y nosotros estamos buscando alternativas”, concluyó.