El republicano Mitt Romney ganó por apenas ocho votos de ventaja sobre Rick Santorum el caucus en Iowa, la primera cita para seleccionar al candidato presidencial que intentará batir al presidente demócrata Barack Obama en noviembre. El republicano Mitt Romney ganó por apenas ocho votos de ventaja sobre Rick Santorum el caucus en Iowa, la primera cita para seleccionar al candidato presidencial que intentará batir al presidente demócrata Barack Obama en noviembre. DES MOINES, EEUU (AFP) – La condición de mormón y de ex gobernador de un estado de corte izquierdista, Massachussets, son los elementos biográficos de Mitt Romney que siembran más dudas entre el electorado republicano de Estados Unidos al que ha solicitado ser su candidato a la Casa Blanca. Romney, un candidato con sólidas credenciales, se impuso en el primer asalto de las primarias, los caucuses de Iowa, por tan solo ocho votos a Rick Santorum, un católico radical cuyos pronunciamientos conectan más con el grueso del partido. El senador republicano John McCain, quien perdió las elecciones presidenciales en 2008, respaldó a Mitt Romney como candidato republicano para enfrentarse al presidente Barack Obama en noviembre. Hijo del ex gobernador republicano de Michigan George Romney, que compitió sin éxito en 1968 por la nominación republicana, Mitt Romney, de 64 años, ingresó en la política tardíamente. Graduado de Harvard, este ex empresario hizo su fortuna al frente del fondo de inversión Bain Capital. Fue gobernador de Massachusetts de 2002 a 2006, pero sufrió dos grandes fracasos: en 1994 se presentó como candidato al Senado pero fue derrotado por Ted Kennedy, hermano del ex presidente asesinado John F. Kennedy. Y en 2008 perdió la nominación republicana que quedó en manos de John McCain. Pero es difícil superar la tenacidad de este mormón. Cuando viajó a Francia como misionero de su iglesia en 1966, se dedicó durante 30 meses a leer la Biblia, estudiar francés e ir de casa en casa captando fieles. A Romney no le importaba que los franceses le cerraran la puerta a los misioneros estadounidenses. Aprendió a ser perseverante. Cuatro décadas más tarde es a los votantes republicanos a quienes necesita convencer. Sus adversarios conservadores lo acusaron de haber creado en Massachusetts un sistema de seguro de salud que parece hermano del impuesto en 2009 por Barack Obama a nivel nacional. Romney se defiende explicando que lo que sirve en un estado no sirve en todo el país y que su primera decisión como presidente será abolir la reforma de salud de Obama. Su etiqueta de moderado es una desventaja en una campaña republicana que se inclina hacia la derecha. Y su fe mormona no le ayuda entre los cristianos evangélicos, que constituyen un segmento importante del electorado conservador. Aunque siempre presente en las encuestas nacionales, nunca superó el 25% de la intención de voto. De físico atlético, mandíbula cuadrada y sienes canosas, Romney tiene buena presencia. Pero suele ser criticado por su estilo “robótico”, con discursos que parecen aprendidos de memoria y falta de espontaneidad. El candidato se precia de su trayectoria como empresario, alejado de los pasillos del poder en Washington que los votantes republicanos detestan. “Mitt no es un político de carrera. Pasó la mayor parte de su vida laboral en el sector privado, lo que le dio un conocimiento profundo del funcionamiento de nuestra economía”, asegura su biografía oficial.