La Nación
COLUMNISTAS

Momento mujer. Por Tatiana Jiménez

Suelo escuchar con frecuencia comentarios en la calle como estos: -las mujeres son pésimas conductoras-, -la mujer solo sirve para las labores del hogar-, -la mujer no puede ser árbitro de fútbol-, – la mujer debe atender al hombre, ó a la mujer le pegan porque se lo busca-, entre otros. Incluso, acepto con vergüenza ajena, que la mayoría de estas frases no salieron de la boca de empedernidos machistas, sino propiamente de nosotras, como el caso de la senadora Liliana Rendón, que dijo una vez que si el ‘Bolillo’ Gómez le pegó a una mujer es porque se lo merecía. Una constante que pareciera lógica para una sociedad culturalmente marcada para la figura conservadora de supremacía de masculinos sobre féminas. Por eso me causó tanto asombro y más que eso, complacencia, la reacción de los colombianos ante la salida de la Fiscalía General de Viviane Morales. La llamaron heroína, dijeron que era una mujer verraca, de ‘armas’ tomar, y en fin, sobraron comentarios halagadores para su brillante papel. Sin embargo, estoy segura que aún, muchos de los hombres que no estuvieron de acuerdo con el fallo del Consejo de Estado o con su renuncia, son consientes, incluso, muchas de nosotras, que aquella persona, que se convirtió en símbolo de la lucha contra la corrupción en este país y de la recuperación de confianza hacia la justicia colombiana, es una mujer. Y lo digo así aunque parezca obvio, porque creo que es esta una de las primeras veces que los colombianos han aceptado a la mujer como una pieza fundamental de nuestra sociedad, y eso que Morales no es la única mujer destacada. Afortunadamente y gracias a los espacios abiertos y a la participación misma de nosotras, hoy tenemos 38 mujeres en el Congreso con destacadas actuaciones como la de Gilma Giménez, Alexandra Moreno, y por el Huila Consuelo González. En el Huila tenemos por primera vez tres diputadas, una Gobernadora, y al frente de las contralorías tanto Departamental como Municipal a mujeres, y por su puestos, somos dos representantes del género en el Concejo. Pero también tenemos a millones de madres, hijas, hermanas, esposas, que en cada uno de sus roles buscan y merecen el respeto y reconocimiento que nos merecemos; mujeres que como Morales, a diario luchamos no solo para hacer valorar nuestro género y los espacios que nos hemos abierto, sino además para empezar a ser reconocidas como seres autónomos y capaces.