El país está pasando momentos aciagos por cuenta de la “administración” Petro-Márquez. Pues, aunque se eligió endilgando el cambio, la ‘paz total’, la no corrupción, la gestión apropiada de lo público y el cuidado de los pobres, pasará a la historia como El Error Histórico. Obviamente, este error lo cometieron sus electores, tanto los que por ignorancia cayeron en la mentira, como aquellos que conociendo las entrañas del proyecto le apoyaron.
Los escándalos en este (des)gobierno han estado a la orden del día, incluso antes de su posesión. No en vano, corrieron las líneas éticas en campaña para destruir con mentiras a sus opositores. El país conoció los ‘Petro vídeos’ en los que esta inmunda táctica fue descubierta. De ahí en adelante, todo ha sido del mismo tenor.
En estos días, el país advierte con preocupación que los hechos de corrupción parecen ser mucho más grandes de lo que inicialmente se llegó a pensar en relación al escándalo de los carro-tanques que supuestamente llevarían agua a la Guajira, en el que la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) jugó un rol clave. A la fecha, la Fiscalía General de la Nación ha calificado de “entramado criminal” con fines de corrupción lo ocurrido en la UNGRD, y que, presuntamente, se debería a la necesidad de gobernabilidad.
Inclusive, en horas recientes, una asesora del Ministerio de Hacienda, rindiendo indagatoria ante la Fiscalía, indicó que la responsabilidad del ministro Bonilla en ese entramado fue mucho más allá de la comisión de un error. Obviamente, el ministro tiene la obligación de ejercer su defensa, pues, de comprobarse realmente su capacidad determinadora en esos hechos, Gustavo Petro no tendrá cómo salir bien librado. Claro, algunos dirán que la victimización podrá ser su salida, ya que ha sido su “lugar” seguro siempre. Sin embargo, esta actitud ya causa tedio en la ciudadanía y cada vez es tomada con más fastidio y menor nivel de credibilidad.
Entonces, aunque el escenario actual parezca ser infeliz y desgraciado para Colombia, debemos advertir que lo que viene puede ser mucho peor. Para tal muestra, dos botones: i). Ya se aprobó la reforma al Sistema General de Regalías por parte del Congreso de la República; y ii). La importación de gas natural para uso domiciliario ya arrancó.