Hace dos años viajando desde una empresa generadora de energía en Uruguay hacia Montevideo, su capital, con el gerente de la misma me comentaba que vivía a cuatro horas de su planta de trabajo por lo que solo estaba en ella cuatro días a la semana (lunes a jueves). Al plantearle las posibles dificultades de un manejo a distancia de su empresa, sacó un aparato similar a un celular y me dijo: “Yo estoy cada día en mi oficina. Controlo totalmente la planta a partir de indicadores clave que me muestran en tiempo real lo que ocurre en ella de tal manera que tomo decisiones con pleno conocimiento y para aplicación inmediata. Es lo que se llama “la oficina en el bolsillo” un recurso que cada día se toma las responsabilidades ejecutivas en todo el mundo y que, en tiempos de globalización, ninguna región del mundo puede sentirse ajena a estas disponibilidades tecnológicas. El tema no es nuevo aunque nuestras empresas se han quedado en estadios inferiores. Las distribuidoras de productos desde hace tiempo toman las órdenes de sus clientes desde sus negocios y las programan de inmediato ganando tiempo en la entrega y en servicio al cliente. Estoy seguro de que pueden aumentar su aplicación en los negocios con mayor efectividad. Precisamente, las APP o aplicaciones tecnológicas facilitan estos avances por lo que el mercado de las soluciones en los negocios crece enormemente: son muchas las empresas que ofrecen soluciones en el país.
Pero en el sector público también se requiere esta movilidad. Ahora que los gobernantes territoriales acaban de presentar sus proyectos de Planes de Desarrollo a Asamblea y Concejos Municipales resulta muy oportuno revisar su visión en cuanto a la aplicación de las tecnologías de la información y las comunicaciones, TIC, en sus responsabilidades. En la actualización de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad se incorporó una nueva Apuesta Productiva, Economía Creativa con las TIC y Arte Digital como un renglón priorizado para que el Huila no se quede por fuera de esta realidad que arropa los negocios y las regiones. El Plan de Desarrollo 2014-2018 también crea el marco adecuado para modernizar la gestión pública. Así, desde las comunidades o desde cualquier escenario un secretario puede trabajar con todos los datos que requiera siempre y cuando se dote a la administración pública de las aplicaciones requeridas. Con esto, se descongestionarían las oficinas públicas y se mejoraría la productividad del gobierno y la eficacia en la ejecución de los planes de desarrollo. Solo queda tomar decisiones al respecto.