Veinticuatro civiles sirios y dos periodistas occidentales murieron en el bombardeo de la ciudad rebelde de Homs, en Siria, donde el principal grupo opositor ya no descarta la opción de una intervención militar para poner fin a la represión. Asedio a ciudad siria de Homs DAMASCO (AFP) – Veinticuatro civiles sirios y dos periodistas occidentales murieron en el bombardeo de la ciudad rebelde de Homs, en Siria, donde el principal grupo opositor ya no descarta la opción de una intervención militar para poner fin a la represión. La comunidad internacional intenta instaurar una tregua para enviar ayuda humanitaria de urgencia a Homs, aunque Rusia, aliada del régimen del presidente Bashar al Asad, reiteró su oposición a los “corredores humanitarios” propuestos por Francia. Al menos 24 civiles sirios murieron en Baba Amr, un barrio de Homs, ciudad del centro de Siria bombardeada por el ejército desde el 4 de febrero. Otros ocho civiles murieron en la provincia de Idleb, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Según éste, unas 7.600 personas, en su gran mayoría civiles, han muerto desde el inicio de la revuelta contra el régimen hace once meses. También murieron en el barrio de Baba Amr dos periodistas, la estadounidense Marie Colvin, de 56 años, reportera del semanario británico Sunday Times, y el francés Rémi Ochlik, de 28 años, fotógrafo de la agencia IP3 Press. Los dos reporteros murieron en el bombardeo de un apartamento transformado en “centro de prensa” por los periodistas, indicaron activistas sirios. “Otros tres o cuatro periodistas extranjeros también resultaron heridos”, declaró el militante Omar Shaker en Baba Amr, contactado por Skype. Estados Unidos calificó la muerte de los reporteros de “nuevo ejemplo de la brutalidad desvergonzada del régimen del (presidente Bashar al) Asad”. Para el presidente francés, Nicolas Sarkozy, esto “demuestra que ahora ya basta, este régimen tiene que irse”, y la Unión Europea condenó enérgicamente “estos crímenes”. Rusia también lo condenó y afirmó estar “muy preocupada” por lo sucedido. Pero las autoridades de Damasco declararon “no estar al tanto” de la presencia de los periodistas, que entraron en Siria clandestinamente dadas las restricciones drásticas impuestas por las autoridades a la prensa. — Una situación humanitaria difícil — La situación en Homs es especialmente dramática dados los bombardeos del ejército, que duran ya más de dos semanas y han provocado una penuria de alimentos y medicamentos, además de cientos de muertos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha pedido treguas diarias de dos horas para permitir la entrega de ayuda humanitaria. “En Homs y otras zonas afectadas, familias enteras están bloqueadas en casa desde hace días, sin poder comprar pan, víveres, agua, o acceder a tratamientos médicos”, dijo el presidente del CICR, Jakon Kellenberger. Francia pidió a Siria un “acceso seguro” para socorrer a las víctimas y convocó a la embajadora de Siria en París. Rusia apoyó las treguas propuestas por la Cruz Roja, pero rechazó los “corredores humanitarios” sugeridos por Francia, que podrían “provocar enfrentamientos militares graves”. Según militantes, el Ejército Libre de Siria, integrado por militares desertores, intenta dar comida y refugio a los habitantes de Baba Amr, estimados en unas 90.000 personas. Pero “las fuerzas del régimen disparan sobre todo lo que se mueve”, según el activista Shaker. Ante esta escalada, el principal grupo opositor, el Consejo Nacional Sirio, pidió la creación de “zonas de protección”. Su portavoz, Basma Kodmani, dijo incluso que una intervención militar “podría ser la única opción”, pese a que hasta ahora el CNS había rechazado este extremo. “Tenemos que elegir entre dos males: una intervención militar o una guerra civil”, declaró. El CNS llamó a los participantes de la conferencia internacional sobre Siria, prevista el viernes en Túnez, a no impedir a los países que lo deseen “ayudar a la oposición enviando a consejeros militares, entrenando (a los rebeldes) y dándoles armas para defenderse”. La Unión Europea, por su lado, anunciará una nueva tanda de sanciones contra Siria. Concretamente se contempla congelar los depósitos del Banco Central sirio y la mayoría de transacciones con esa entidad. Además prevén prohibir las importaciones de fosfato, principal recurso natural del país, oro y otros metales preciosos.