Múltiples interrogantes despierta que apenas el 12,5% de los candidatos a alcaldías para las próximas elecciones del 29 de octubre en el Huila sea mujeres. La cifra significa que de las 215 personas que están en la carrera por regir los destinos de los municipios del departamento durante los próximos cuatro años, 27 son del género femenino. Y están en 21 de las 37 poblaciones de la región.
Evidentemente, algo está fallando. Esa cifra del 12,5% deja ver que a pesar por darles un papel protagónico a las mujeres en escenarios como la política, existen dificultades o barreras para su participación plena y en igualdad de condiciones. Se trata de una realidad que golpea el carácter plural e incluyente al que aspira cualquier democracia.
¿Las mujeres no quieren o no les gusta participar en política? ¿Qué les despierta la política a las mujeres? ¿Los hombres están limitando la participación en política de las mujeres? ¿Los partidos políticos sí motivan a las mujeres a participar en política? ¿La financiación de las campañas desalienta la participación femenina? ¿Faltan más mecanismos dentro del sistema electoral colombiano para promover la participación de las mujeres? Son preguntas que merecen una gran reflexión en torno a las problemáticas que desalientan y limitan la participación de las mujeres en la política.
En el caso del Huila, además del bajo porcentaje de mujeres que quieren ser alcaldesas, los partidos y movimientos políticos experimentaron problemas en el cumplimiento de la norma de cuota de género a la hora de conformar sus listas a concejos y asambleas. Tristemente, algunas terminaron de “relleno” y solo sirvieron aportando su firma.
Es urgente que el Estado y sus instituciones, los partidos políticos y la misma sociedad en general revisen con detenimiento qué está pasando y multipliquen sus esfuerzos por reducir las barreras estructurales que minan la participación femenina en las contiendas electorales.